Se ha difundido entre los jóvenes esta forma de protesta, durante las partidas de fútbol. La propuesta es el fiel reflejo de una ley aprobada en Beijing, pero que no rige para la ciudad. Temores al ver que peligra la autonomía de Hong Hong. La oposición no cuenta con el quórum necesario para bloquear la norma.
Hong Kong (AsiaNews/Agencias) – El gobierno de Hong Kong hoy propuso nuevas leyes orientadas a punir el vilipendio del himno nacional chino, aplicando penas de hasta tres años de prisión. Una propuesta que es fiel reflejo de las sanciones dispuestas por Beijing en la China continental, lo cual hace surgir temores, viendo que peligrarían las libertades de la ciudad a futuro.
Silbar cuando suena el himno nacional se ha vuelto una forma de protesta -difundida en las partidas de fútbol que se juegan en Hong Kong- a través de la cual los jóvenes hallan la manera de manifestar su frustración por la creciente influencia que el Partido Comunista Chino está teniendo sobre la cultura y la libertad de Hong Kong.
La norma fue propuesta por el Consejo legislativo y, si bien la fecha de la votación aún no ha sido anunciada, se prevé que ésta será fácilmente aprobada, dado que la oposición no cuenta con el quórum necesario para bloquear su curso. Ateniéndose al proyecto de ley, en el mismo se lee que quien “alterare pública o voluntariamente el texto o la partitura” de la canción –la Marcha de los Voluntarios- de “manera distorsionada o derogatoria” o quien insultare el himno de cualquier otra manera, podrá de ser condenado a tres años de prisión o al pago de una multa de 50.000 dólares de Hong Kong (aproximadamente 5.170 euros). Además, la normativa prevé la obligación de enseñar en las escuelas el himno, así como la historia y el “espíritu” del mismo.
En China continental rige una ley similar desde el año pasado, pero ésta no es aplicable en el lugar de manera directa. En la región, que posee un estatuto especial, en cambio, rigen leyes que prohíben el insulto a la bandera y a los emblemas nacionales, y en éstas también está prevista una pena máxima de tres años de prisión.
Hong Kong fue colonia británica hasta el año 1997, cuando volvió a formar parte de China, con la promesa de que mantendría sus libertades en base al modelo denominado “un país, dos sistemas”. Ahora, es el mismo Reino Unido quien plantea preocupaciones en su reporte semestral, temiendo por la autonomía de Hong Kong a causa de la “creciente presión” ejercida por Beijing. Ante estos temores, el gobierno de Hong Kong ha respondido con la afirmación de que los países extranjeros no debieran interferir con los asuntos internos propios.