Migrantes: expulsan al embajador filipino. Duterte dice que pronto habrá un ‘importante anuncio’

Tendrá que ver en parte, un memorándum de acuerdo en el cual Kuwait y Filipinas estaban trabajando. Al centro de los diálogos están las garantías de seguridad en sus puestos de trabajo de los 252 mil filipinos empleados en la nación del Golfo. La Iglesia enviará un sacerdote a Kuwait para dar asistencia pastoral a ellos.


Manila (AsiaNews/Agencias)- El presidente filipino Rodrigo Duterte anunciará en los próximos días la “línea de conducta” del gobierno en torno a la nueva crisis diplomática provocada por la expulsión del embajador filipino en Kuwait,  Renato Pedro Villa, hace dos días. Es cuanto anuncia hoy Silvestre Bello III, secretario del Trabajo de Manila, en referencia al conflicto surgido entre los dos países debido al trato reservado a los migrantes filipinos en el Estado del Golfo.

Duterte llegó anoche a Singapur para participar de la 32° cumbre de la Asociación de las Naciones del Sudeste asiático (ASEAN), discutió sobre las posibles sanciones en un encuentro en el cual han participado Bello, el secretario de Relaciones Exteriores, Alan Peter Cayetano, el secretario en el Comercio Ramón López y el asistente especial del presidente Christopher “Bong” Go. El secretario de Trabajo afirma que el anuncio de Duterte tendrá que ver, en parte, con un memorándum de intención en el cual Kuwait y Filipinas estarían trabajando para proteger a los trabajadores filipinos. Previo a ello, ambas naciones trataron de firmar el documento en Manila, con la presencia del presidente, antes del mes islámico del Ramadán, que comienza el 15 de mayo.

Pocas horas antes de las declaraciones de Bello, Manila había pedido explicaciones a Kuwait, por la expulsión de su embajador. Las dos naciones habían trabajado juntos para resolver las divergencias provocadas a raíz del asesinato de una empleada filipina, cuyo cadáver fue encontrado en el congelador de su patrón en Kuwait a principios de este año. Los diálogos, sin embargo, sufrieron un brusco contratiempo la semana pasada, después de que el gobierno hiciera público un video, que muestra al personal diplomático de Manila tratando de ayudar a algunos ciudadanos filipinos a escapar de sus empleadores acusados de abusos (video). La acción suscitó una dura reacción de Kuwait, que la definió como “una violación de su soberanía” y dispuso la expulsión de Renato Pedro Villa, la detención de 4 ciudadanos filipinos contratados para la “misión de salvataje” y “la emisión de una orden de arresto para 3 diplomáticos".

Duterte, este mes había anunciado la intención de visitar Kuwait para firmar un acuerdo  a fin de garantizar la seguridad en sus puestos de trabajo a los 252.000 filipinos que trabajan en la nación del Golfo, la mayor parte de ellos, como trabajadores domésticos. El acuerdo propuesto establece los términos referidos a vacaciones, comida y custodia de pasaportes. Por el momento, hay cerca de 10 millones de trabajadores filipinos en el extranjero, muchos de ellos residiendo en Arabia Saudita, en los Emiratos Árabes Unidos y en Hong Kong, Kuwait y Qatar. A través de las remesas enviadas a sus hogares, los OFW contribuyen al crecimiento económico del país. En años anteriores, sus sueldos salvaron a las Filipinas de una crisis financiera y hasta ahora constituyen una de las mayores fuentes de entradas para la economía nacional. El Banco central de Manila declara que desde enero a noviembre del año pasado, los filipinos en el extranjero han enviado a casa al menos 1.400 millardos de pesos (2,6 millardos de dólares estadounidenses).

La Iglesia católica filipina expresa su continua atención a la situación de los filipinos de ultramar y de sus familias, que se han quedado viviendo en su natal. Mons. Ruperto Santos, presidente de la Comisión episcopal para la pastoral de los migrantes e itinerantes (ECMI), expresa amargura por las renovadas tensiones con Kuwait. “En nuestras oraciones está la esperanza de que todo se resuelva de un modo amistoso y diplomático”, afirma el obispo. Hace 2 días, el prelado anunció asimismo que la iglesia enviará a un sacerdote a Kuwait para ayudar y dar asistencia pastoral a los filipinos que trabajan en el Estado del Golfo: “El Pbro. Restituto Ogsimer, secretario ejecutivo del ECMI,  estará en el país desde primero al 31 de mayo”.

Por el momento, son 3 los sacerdotes filipinos viviendo en Kuwait: el Pbro. Ruben Barrameda y los padres franciscanos Ramon Atanacio y Alfredo Nicua. Los sacerdotes fueron asignados a 3 iglesias: la catedral de la Sagrada Familia en Madinat al-Kuwait, St. Therese en Salmiya y Nuestra Señora de Arabia en Almadhi. “Celebran misa inclsuo en la embajada filipina y en los hogares de acogida, escuchan confesiones y brindan asesoramiento espiritual", afirma Mons. Santos.