El meeting inter-coreano debía celebrarse hoy en Panmunjom. Críticas por los ejercicios militares conjuntos entre el Sur y los EEUU, por considerar que los mismos son una preparación para la “invasión” del Norte. También se critican las afirmaciones de John Bolton respecto a un “modelo libio” para desnuclearizar la península. Bolton es “repugnante”. El rechazo a la desnuclearización total. La influencia de China.
Seúl (AsiaNews) – Corea del Norte ha “suspendido” los diálogos entre Norte y Sur, y amenaza con cancelar el encuentro entre los líderes Kim Jong-un y Donald Trump, programado para junio.
En una nota de prensa difundida por la agencia nacional KCNA, se explica que los diálogos inter-coreanos serán suspendidos a causa de los ejercicios militares conjuntos entre Seúl y los EEUU, que se desarrollan en estos días, los cuales son considerados un “flagrante desafío a la Declaración de Panmunjom”.
En la Declaración –firmada por los dos líderes, Moon Jae-in y Kim Jong-un – el Norte y el Sur se comprometían a no llevar adelante “actos hostiles” recíprocos. Pero el mismo Kim Jong-un había reconocido que los ejercicios militares conjuntos eran una “rutina”. Sin embargo, hoy la posición parece ser la de siempre: los ejercicios militares con “una provocación” y una preparación para la “invasión” del Norte.
El encuentro programado para hoy debía celebrarse en la localidad fronteriza de Panmunjom, entre cinco representantes oficiales del Norte y del Sur, con el objetivo de implementar la declaración firmada oportunamente, de modo de poner fin formalmente a la guerra entre las dos Coreas, y proyectar la “completa desnuclearización” de la península.
Hoy, incluso la desnuclearización es puesta en discusión. Según fue informado por la agencia KCNA, el viceministro de Relaciones Exteriores del Norte, Kim Kye-gwan, ha declarado que ellos ya no están interesados en entablar diálogos con los EEUU “si lo único que buscan ellos es empujarnos de modo unilateral hacia un rincón, para [forzarnos a] abandonar la cuestión nuclear”. La declaración de Kim fue difundida hoy, horas después del anuncio de la suspensión de los diálogos inter-coreanos por tiempo indefinido.
La semana pasada y el mes pasado, Kim Jong-un se reunió con Mike Pompeo, el actual secretario de Estado de los EEUU, y en esa oportunidad habían acordado la reducción del programa nuclear a cambio de la cancelación de las sanciones contra Corea del Norte. Pyongyang incluso había prometido que se desmantelaría el sitio de Punggye-ri, utilizado para los experimentos nucleares.
Los pasos de los últimos meses habían vuelto a despertar grandes esperanzas de lograr la paz en la península coreana. Ahora, los analistas no atinan a expresarse sobre este repentino freno. Lo que sí se percibe es que Pyongyang parece negarse a una completa desnuclearización.
En la declaración de Kim Kye-gwan figuran acusaciones duras contra John Bolton, el consejero de los EEUU en materia de seguridad nacional. Kim dijo sentir “repugnancia” hacia él.
En el pasado, Bolton, considerado uno de los “halcones” de la administración de Trump, llegó a decir que era “perfectamente legítimo” bombardear Corea del Norte de manera preventiva. Y el fin de semana pasado, en una entrevista, llegó a sugerir que podría utilizarse el “modelo libio” para el desarme nuclear del Norte.
Considerando cuál fue el destino de la plana de líderes libia, Kim Kye-gwan dijo que las expresiones de Bolton son “la manifestación de jugadas siniestras y terribles orientadas a imponer a la dignidad de nuestro Estado el destino de Libia o de Irak”.
Algunos analistas remarcan que el freno puesto sobre los diálogos ocurre poco después de la última visita excepcional que Kim Jong-un efectuó a China para tener un muy publicitado encuentro con el presidente chino Xi Jinping. La desobediencia del Norte en relación a los diálogos hace que Beijing, uno de los amigos más importantes de Kim, vuelva entrar en juego, como colaborador estratégico esencial en los coloquios inter-coreanos, y con los Estados Unidos. Hasta ahora, parecía que Beijing se había quedado al margen de que lo supo definirse como “una nueva era en la historia”, y que hoy –ateniéndose a las palabras de la KCNA- arriesga convertirse en algo “trágico y sin éxito” (haciendo referencia a la presidencia de Trump y al fracaso del encuentro entre él y Kim).