Arrestaron a 41 terroristas por las bombas en las iglesias de Surabaya

Cuatro de ellos fueron muertos por la policía. Los ataques contra las tres iglesias y contra el cuartel general de la policía local causaron la muerte de 14 civiles y 13 terroristas. Más de 40 personas resultaron heridas. Jefe de la Policía: el terrorismo ha sido abrazado por familias enteras, pero nuestra rápida respuesta tiene que generar una sensación de seguridad.


Yakarta (AsiaNews/Agencias) – Las Fuerzas de seguridad de Yakarta arrestaron a 41 presuntos terroristas, que estarían vinculados a una serie de atentados con bombas ocurridos en Surabaya, ciudad cabecera de la provincia de Java Oriental. Cuatro de ellos fueron muertos durante los operativos de las brigadas antiterrorismo. Así lo afirmó anoche ante los medios locales Tito Karnavian, jefe de la policía a nivel nacional, agregando que las víctimas que se produjeron durante la operación se resistieron al arresto.

“Luego de los atentados suicidas en Surabaya y en Sidoarjo del 13 y 14 de mayo pasados, nos hemos movido de manera rápida y hemos identificado a los culpables –afirmó-. Un presunto terrorista de Probolinggo (Java Oriental) se rindió a la policía local porque ya no podía vivir en paz, pues estaba siendo perseguido continuamente”.

Tito Karnavian también dio a conocer el saldo final de las víctimas de los atentados perpetrados en Surabaya por dos familias militantes del Jamaah Ansharud Daulah (JAD), un grupo terrorista local que tiene lazos con el Estado Islámico (EI). Los ataques contra las tres iglesias y el cuartel general de la policía local causaron la muerte de 14 civiles y 13 terroristas. Más de 40 personas resultaron heridas.

El jefe de la policía resaltó que, si bien el terrorismo ha llegado a involucrar a “familias enteras, incluyendo madres e hijos”, la rápida respuesta de las Fuerzas de seguridad ante los atentados debiera crear “una sensación de seguridad” entre los indonesios.

El 25 de mayo, el Parlamento de Yakarta aprobó una nueva ley que otorga a la policía más poder a la hora de tomar medidas preventivas contra presuntos terroristas. El proyecto de ley había quedado bloqueado durante casi dos años, pero la ola de atentados mortíferos suicidas ha funcionado como un factor de presión sobre los legisladores, que se abocaron a su aprobación.