Diálogo y respeto, para una paz ‘justa y duradera’ en Mindanao

El documento del People’s Peace Network indica los lineamientos para encarar un verdadero proceso de reconciliación, en un territorio devastado por conflictos armados. Se invita a los grupos armados y a las autoridades “a mantener el respeto mutuo,  un diálogo sincero y negociaciones veraces”.


Mindanao (AsiaNews) – “¡La única vía para la paz es la paz!” Es el llamamiento del People’s Peace Network (PPN), una red que reúne a varias organizaciones dedicadas a lograr una “paz justa y duradera” en la isla de Mindanao. Líderes religiosos y exponentes de la sociedad civil han redactado la Peoples’ Peace Agenda (PPA), en representación de agricultores, jóvenes, mujeres y tribales.

El documento pretender brindar lineamientos para encarar un verdadero proceso de reconciliación en un territorio devastado por los conflictos armados. Presentada al People’s Peace Summit del 29 de noviembre de 2017, la PPA ha recibido el apoyo de las autoridades de gobierno y de los rebeldes marxistas del National Democratic Front of the Philippines (NDFP).

Los representantes del PPN subrayan las principales causas de la violencia y de las violaciones de los derechos humanos que rigen en Mindanao. Éstas son:

 

 

 

“La búsqueda de la paz sigue siendo la mejor opción –afirman los activistas-.  Esto plantea un gran desafío para las organizaciones eclesiales y de la sociedad civil, y [obliga] a redoblar los esfuerzos para alcanzarla. Siendo su único fin salvar vidas humanas y construir una sociedad justa y humana, la búsqueda de la paz jamás puede ser abandonada”.

La Peoples’ Peace Agenda es un reclamo y un llamado “al respeto mutuo, a un diálogo sincero y a negociaciones veraces”. Invita a todos los grupos armados (el ejército, los marxistas del NPA y los musulmanes del MILF y del MNLF) a evitar los enfrentamientos armados, la destrucción de propiedades y el reclutamiento forzado entre los tribales; a respetar la neutralidad de las escuelas y la “santidad” de iglesias y lugares de culto; a preservar la seguridad y los derechos civiles.

Por otro lado, se hace un reclamo a las autoridades locales y nacionales, solicitando su apoyo a las iniciativas de paz, desarrollo, justicia y transparencia. Se las exhorta a resolver las injusticias, tanto pasadas como presentes, que afligen a la población: las disputas por tierras, los asesinatos extra-judiciales  (entre ellos, el caso del P. Tentorio), la carencia de servicios básicos y los incentivos a la educación.  

“Construyamos juntos un clima de paz y diálogo. ¡Este es nuestro lugar, nuestra casa, todos somos hijos de Dios y todos soñamos con una Mindanao pacífica!, concluye el documento.