En Jharkhand, arrestaron a cuatro evangélicos por ‘conversiones forzadas’
de Nirmala Carvalho

La denuncia fue realizada por el padre de una joven tribal de etnia Sarna que quería casarse con un cristiano. La muchacha, el futuro marido y dos cristianos habrían intentado convertir al anciano padre. La ley anti-conversión prevé penas severas para quien fuerza la conversión de menores y  tribales.


Bombay (AsiaNews) – Arrestaron a cuatro cristianos evangélicos del Jharkhand por presuntas “conversiones forzadas”. Se trata del pastor Sudarshan Manjhi, los cristianos Neelam Devi, Sumanti Kumari y Rupesh Manjhi, el prometido.  Según el diario en idioma hindi Dainik Jagran, el arresto se produjo a raíz de una denuncia presentada por un tribal de 65 años de edad, habitante del pueblo donde residen los cristianos. Para el querellante Somaru Manjhi, padre de la esposa, una joven tribal de etnia Sarna, los cuatro arrestados lo habrían presionado para que se convirtiese al cristianismo. En diálogo con AsiaNews, Sajan K George, presidente del Global Council of Indian Christians (GCIC), condena “el falso arresto de cuatro fieles en base a la acusación infundada de conversiones forzadas”.

El hecho sucedió el 30 de mayo en la región de Bolba, en el distrito de Simdega, pero fue dado a  conocer recientemente. Los cristianos fueron incriminados en base a la nueva ley anti-conversiones, vigente en el Estado de Jharkhand desde el 2017. Quien viola la ley puede ser condenado a tres años de prisión, y al pago de una multa de 50.000 rupias [más de 600 euros], o a ambas penas. En el caso que las conversiones forzadas involucren a menores de edad o a mujeres tribales (scheduled tribes), las penas se incrementan: el culpable puede sufrir una condena de hasta cuatro años de cárcel y/o una multa de 100.000 rupias [más de 1300 euros].  

El líder del GCIC denuncia que dicha norma “es un medio para intimidar y acosar a la vulnerable comunidad cristiana. Además ha surgido una tendencia preocupante en el área de Chotanagpur: hay intereses partidistas que se proponen dividir a la población tribal, haciendo que los tribales Sarna se enfrenten a los demás grupos indígenas”.

Según Sumaru, el futuro esposo de la hija – de religión cristiana – la habría convencido de abrazar la fe en Cristo antes del matrimonio. En vista de la boda, los dos jóvenes habrían intentado convencer también al padre, con la complicidad del pastor y de otra mujer. Sajan K George lamenta que “la disputa haya estallado el día del matrimonio, cuando Sumaru pensó que el rito nupcial debía desarrollarse según la tradición Sarna”.