Pogromos de Orissa: supera las 50.000 firmas la petición por la liberación de los cristianos encarcelados

Los siete están acusados –sin pruebas evidentes- por el homicidio del líder hindú Laxmanananda Saraswati. Si bien el asesinato fue reivindicado por los maoístas, se descargó la culpa sobre la minoría cristiana. Los detenidos son personas de origen humilde y analfabetos; uno de ellos es discapacitado.  


Cuttack-Bhubaneswar (AsiaNews/Agencias) –  En la vigilia del décimo aniversario de los hechos de violencia perpetrados contra los cristianos de Orissa, que serán recordados con una misa solemne el próximo 25 de agosto, se han recogido más de 50.000 firmas pidiendo la liberación de los siete cristianos encarcelados. Estos últimos, entre los cuales figura un discapacitado, llevan años languideciendo tras las rejas sin que haya pruebas evidentes sobre su culpabilidad por el homicidio del líder hindú Swami Laxmanananda Saraswati. Según afirman los organizadores de la iniciativa, para ellos podría encenderse la esperanza de recuperar la libertad gracias a la petición online, que puede ser suscripta en el sitio www.release7innocents.com.

En una conferencia de prensa desarrollada ayer, Anto Akkara (el periodista que lanzó la plataforma en la web) invita a todos a suscribir la petición y a apoyar la excarcelación de los detenidos. Ellos son: Bhaskar Sunamajhi, Bijay Kumar Sanseth, Budhadeb Nayak, Durjo Sunamajhi, Gornath Chalenseth, Munda Badamajhi y Sanathan Badamajh. Por cada firma, el sitio genera automáticamente cuatro correos electrónicos, que van dirigidos al presidente de la Corte Suprema india, a la oficina del presidente de la India, al director de la Comisión de Derechos Humanos y a la Alta Corte de Orissa.

El 23 de agosto de 2008, el asesinato del gurú hindú - reivindicado por un grupo de maoístas pero cobrado a los cristianos del distrito de Kandhamal- fue la chispa que hizo estallar la más violenta persecución sectaria jamás ocurrida en la India contra los fieles cristianos, de parte de los radicales hindúes. La violencia forzó a la huida a casi 56.000 fieles, en medio del saqueo y el incendio de 5.600 casas en 415 localidades. Según los activistas, hubo cuando menos 91 víctimas; casi 300 iglesias destruidas, además de conventos, escuelas, pensionados e institutos de asistencia.  

En lugar de buscar a los culpables del homicidio, a través de una serie de procesos-farsa los jueces del Tribunal de Phulbani condenaron a cadena perpetua a siete cristianos, que en su mayor parte son personas de origen humilde y analfabetas. La Iglesia local lleva años clamando por su liberación. Recientemente, en una entrevista publicada en AsiaNews, Mons. John Barwa, arzobispo de Cuttack-Bhubaneswar, recordó los sufrimientos de estas personas: “Rogamos a Dios para que pronto pueda otorgarles justicia y paz”.