Suweida, casi 250 muertos en atentados suicidas reivindicados por ISIS

La mayor parte de las víctimas son civiles. Los militantes islámicos incluso irrumpieron en casas de particulares, matando a los habitantes. En esta zona del sudoeste del país aún se registran sacos de resistencia yihadista. Es la misma zona desde donde, hace algunos días, huyeron los Cascos Blancos, con la ayuda de Israel.


Damasco (AsiaNews/Agencias)- Son casi 250 los muertos tras sucederse varios ataques coordinados en Suweida, localidad ubicada en el sudoeste de Siria, en una zona controlada por gobierno. El ISIS (o Estado Islámico, EI) ha reivindicado los atentados. Al menos 135 de las víctimas, caídas en enfrentamientos a fuego y en atentados suicidas son civiles. El Observatorio sirio de Derechos Humanos revela que el EI lanzó una serie de atentados suicidas en la ciudad y en algunos pueblos vecinos, al sur y al este de Suweida. Los militantes islámicos incluso penetraron en casas de particulares, matando a los habitantes.  

En declaraciones brindadas a la televisión estatal, el gobernador de Suweida, Amer al-Eshi, afirmó que ahora la ciudad está “segura y en calma”.  

Desde hace semanas, el ejército sirio, con el apoyo de los rusos, está tratando de reconquistar algunos sacos de resistencia situados en el sur del país, que continúan en manos de los rebeldes.

Hasta hace un año, toda la zona era controlada por el ISIS o por grupos afiliados, pero a principios de este año, el grupo yihadista fue expulsado de casi el 98% del territorio. Sólo quedan bajo su poder algunos sacos de resistencia en las provincias de Suweida y de Daraa, y en el este del país.  

Fue precisamente allí, en el sur, donde el 22 de julio pasado, con la protección de Israel, cientos de Cascos Blancos lograron huir con sus familias rumbo a occidente. Los Cascos Blancos se autodefinen como voluntarios dedicados a brindar asistencia humanitaria en las emergencias, lo cual es efectivamente cierto, ya que intervienen en muchas situaciones de bombardeo, acudiendo en ayuda de la población. Pero ellos sólo trabajan en aquellas zonas donde permanecen los rebeldes. Varios observadores sospechan que tienen una alianza con los yihadistas. Entre ellos también habría infiltrados, que son usados como espías por países occidentales y de la región.