Desde horas de la mañana y en toda la jornada de ayer, los sismólogos registraron una serie de temblores. El más fuerte se produjo hacia la medianoche. El epicentro del sismo fue localizado a unos 30 km al noreste de Lombok Oriental, a 10 km de profundidad. Un convento de las religiosas de Mataram se ha transformado en un campamento, desde donde se organizan las tareas de los socorristas y voluntarios.
Yakarta (AsiaNews) – Edificios derrumbados y 10 víctimas fatales: es el saldo provisorio del último terremoto que sacudió la isla de Lombok (provincia de Nusa Tenggara Occidental), que en las últimas semanas ha sido devastada por otros eventos sísmicos.
Desde horas de la mañana y durante toda la jornada de ayer, los sismólogos registraron una serie de temblores: el primero, de 6,3 grados en la escala de Richter, sucedió antes de mediodía y causó avalanchas en la pendiente del Monte Rinjani. Casi 12 horas después, le siguió un sismo de 6,9 grados de magnitud, luego del cual se produjeron cuando menos cinco réplicas de asentamiento.
Sutopo Purwo Nugroho, vocero de la Agencia nacional de mitigación de desastres (BNPB) afirmó que los expertos han localizado el epicentro del sismo a unos 30 km al noreste de Lombok Oriental, a una profundidad de 10 km. El temblor pudo ser advertido en Mataram, la ciudad situada en la parte centro-norte de la isla, y cabecera de la provincia.
Allí el suministro eléctrico quedó interrumpido, situación que se mantiene vigente hasta el momento, aunque “no reviste preocupación”. Así lo afirma, en diálogo con AsiaNews, sor Claudia Ak, una religiosa de las Servidoras de Cristo de Mataram. “Las actividades sociales, incluyendo la escuela, han sido suspendidas nuevamente –agrega la hermana- En la isla muchas viviendas y edificios se está derrumbando, y nuestro convento se ha convertido en un “centro de acogida” para los voluntarios y socorristas, que están utilizando las instalaciones a modo de base” desde la cual desplegar las tareas de rescate y asistencia a la población.