Israel lamenta la dimisión de Haley, embajadora (poco diplomática) de EEUU en la Onu

Sorpresa en el establishment diplomático por la imprevista dimisión de la jefa de la diplomacia estadounidense en las Naciones Unidas. Netanyahu exaltó “la energía” para “limpiar el aire” en la Onu. Para muchos representaba el espíritu belicista y unilateral de la administración Trump. Detrás de la renuncia el objetivo de las presidenciales. Y quizás también, una investigación sobre algunos ilícitos.

 


Jerusalén (AsiaNews/Agencias)- Las dimisiones de Nikky Haley, de 46 años de origen indio y ex gobernadora de Carolina del Sur, como embajadora de los EEUU en las Naciones Unidas tomó de sorpresa al establishment diplomático y a la opinión pública en los EEUU. generando sentimientos opuestos que van del profundo disgusto de Israel, que veía en ella a uno de sus más valientes defensores de la causa en el Palacio de Vidrio, a las críticas durísimas de cuántos subrayaban la “escasa diplomacia” y la “poca experiencia internacional”.

La consideración de Israel en relación con la Haley emerge de las palabras pronunciadas a fines de septiembre por el Premier Benjamín Netnayahu, durante la Asamblea general de la Onu. De ella ha exaltado “la energía, la motivación, el espíritu” para “hacer más respirable el aire” dentro de las naciones Unidas. La diplomática además recibió una acogida como una verdadera estrella en la última conferencia del Comité asuntos públicos israelí-americano (AIPAC), principal lobby pro-Israel en los EEUU, Un saludo sólo segundo al reservado al presidente Donald Trump.

Analistas y expertos afirman que la Haley representa en modo ejemplar la “indignación” de la administración Trump por los cuadros unilaterales tradicionales y por el compromiso apasionado en la defensa de Israel, contra el cual estarían en acto desde hace tiempo “molestias” y “persecuciones” en la Onu.

Según los seguidores la dimisionaria embajadora de EEUU en la Onu, es una mujer “hábil”, carismática y capaz de capturar la atención de su público” en el contexto de una visión “extremadamente ideológica” del mundo. Una característica que ciertamente no favoreció el uso de la diplomacia dentro del Palacio de vidrio sobre los principales casos, desde Siria a Irán, a Rusia para no hablar de Palestina y del ataque directo e instituciones que trabajan en favor de la población palestina.

Ya en los primeros meses en la Onu evidencian el “pragmatismo” frente a una “escasa o nula” experiencia internacional. Otros, en cambio, la describían como “desconectada” de la realidad, con visiones-conservadoras y pro-israelíes-funcionales sólo a la política interna americana. Tanto que para muchos, el puesto en la Onu fue usado como trampolín para participar en las presidenciales (si bien ella niega una participación en la campaña del año 2020) y el primer inquilino mujer en la Casa Blanca.

Los malignos la describían como una espía del presidente Trump y una horrible mercader de guerra, que utilizó la propia posición para alimentar una política exterior neoconservadora y anti-globalización. Tanto que la consideraban como la más “belicista e imperialista” entre los altos funcionarios de la administración estadounidense y al menos por diverso tiempo, “la más amada” por el magnate.

Frente a estas posiciones da risa el intento de una parte de la dirigencia de gobierno de hacerla emerger como una figura moderada. El comentarista y analista político Amir Amini recuerda que la Haley “transcurrió cada minuto de su propio tiempo en la Onu amenazando a naciones inocentes con el arma de la guerra, del terror, de matones y chantajeando miserablemente (si bien fracasó) al mundo entero para obtener el apoyo a una agenda dictada por el complejo industrial militar”.

En concreto, detrás de las dimisiones se perfila la sombra de una investigación que podría arrollarla. En el centro de la investigación del Comité ético en Washington (CREW) el uso repetido de vuelos (junto al marido) a bordo de aviones privados y de lujo.