Caso Khashoggi: Europa (y EEUU) exigen noticias. Riad amenaza con represalias

Londres, París y Berlín esperan que se lleve a cabo una investigación profunda, que permita esclarecer que sucedió con el intelectual saudita. Compañías mundiales boicotean la feria de Comercio promovida por Mbs. Los sauditas rechazan las acusaciones y amenazan con respuestas económicas y comerciales, en primer lugar con el petróleo.

 


Estambul (AsiaNews/Agencias)- La comunidad internacional  -con el Reino Unido, Alemania y Francia a la cabeza- expresa el deseo de que se lleve a cabo una investigación y exige respuestas ciertas sobre la suerte de periodista saudita Jamal Khashoggi, voz crítica de Riad y del príncipe heredero Mohammad bin Salman (Mbs). Pedidos y presiones que hacen enfurecer al reino wahabita, que amenaza con tomar represalias y responder durísimamente contra aquellos que realicen críticas o alberguen sospechas sobre la involucración de la monarquía en la compleja cuestión.

De Khashoggi no se tienen más noticias ciertas desde el 2 de octubre, cuando ingresó a la oficina de la representación diplomática saudita en Estambul, para obtener los documentos necesarios para tramitar un divorcio. Según fuentes turcas a través de su reloj inteligente (que llevaba colocado en su muñeca, a diferencia del teléfono, que le fue secuestrado al ingresar al edifico) él habría registrado (y enviado) algunos archivos de audio que confirman la violencia padecida en manos de un comando llegado de Riad para ejecutarlo.

El gobierno saudita rechaza rotundamente todas las acusaciones y amenaza con tomar represalias (diplomáticas y económicas) contra los países que lancen acusaciones infundadas (según Riad). Cada acción, afirma una fuente del ejecutivo, “provocará una respuesta aún mayor". En un segundo momento el reino parece usar un tono más conciliatorio y a través de su embajada en Washington, agradece a los Estados que “hasta ahora, no han querido sacar conclusiones apresuradas”.

Mientras tanto, los gobiernos de Londres, Berlín y París piden una “investigación creíble” sobre la desaparición del disidente y periodista saudita, una de las voces más críticas contra Riad, motivo que lo llevó a escapar al extranjero hace más de 1 año. Los ministros de Relaciones Exteriores de los 3 países han subrayado que en el caso de confimarse la responsabilidad sobre los hechos, los autores deben ser castigados con máximo rigor.

Por otro lado, Europa exige “aclaraciones” a Riad, para entender si el gobierno saudita desempeñó algún rol (y de ser así, cuál ha sido) en la cuestión. “Ninguno de nosotros sabe qué sucedió -subraya el ministro británico Jeremy Hunt- pero todos estamos extremadamente preocupados por las historias que surgen en torno a esta cuestión. Y la única nación que puede esclarecer los hechos es Arabia Saudita. Si el homicidio no sucedió -concluye- ¿qué fue de Khashoggi?”.

El comunicado de los países europeos sigue al anuncio hecho unas horas antes por el presidente estadounidense Donald Trump, que prometió “castigos durísimos” para Arabia Saudita si surgiesen responsabilidades en la cuestión Khashoggi. Fuentes diplomáticas afirman que el ministro de los EEUU del Tesoro, Steve Mnuchin y el colega británico del Comercio internacional, Liam Fox podrían no participar en la próxima conferencia internacional sobre inversiones y comercio programada en Riad. Un evento promovido ampliamente por el príncipe heredero Mbs, en el contexto del plan de desarrollo y reformas (a menudo, sólo de fachada) Vision 2030.

Varias compañías internacionales y marcas de primera línea ya cancelaron su presencia en el evento, a modo de protesta. Entre éstas, figura la compañía Virgin del magnate internacional Richard Branson y Uber. En respuesta a este hecho, medios y personalidades cercanas al gobierno de Riad amenazan con dar respuestas durísimas en caso de padecer un boicot económico. Turki Aldakhil, director general del canal satelital saudita Al Arabiya, afirma que imponer sanciones al principal país exportador de petróleo en el mundo tendrá efectos desastrosos. El presidente Trump, agrega, quien ya crítica la situación del petróleo a 80 dólares por barril, ciertamente no estará contento - para usar un eufemismo- con precios que alcancen los 100 o 200 dólares por barril.