Seúl, la Corte Suprema ordena a empresa japonesa retribuir a los coreanos por los trabajos forzados durante la guerra

La compañía NSSM deberá pagar 80.000 dólares a Lee Chun-sik, el único sobreviviente que desempeñó trabajos forzados en la siderúrgica. Lee tiene más de 90 años y presenció el dictamen desde una silla de ruedas. Shinzo Abe manifestó su desaprobación.  


Seúl (AsiaNews) – La Corte suprema ordenó a una empresa japonesa del rubro siderúrgico a saldar su deuda con los coreanos por los trabajos forzados desempeñados durante la guerra y antes de ella.

Japón gobernó con mano férrea la península coreana desde 1910 a 1945, suprimiendo la cultura local y obligando a la población a realizar trabajos forzados o a someterse a la esclavitud sexual.

La sentencia de hoy pone punto final a una batalla que se prolongó durante 21 años, entablada por 4 coreanos contra la compañía metalúrgica Nippon Steel & Sumitomo Metal (NSSM).

Según la Corte, la empresa NSSM debiera pagar 100 millones de wons (cerca de 88.000 dólares estadounidenses) a cada uno de los cuatro acusadores que iniciaron la causa. Pero sólo uno de ellos ha sobrevivido: el Sr. Lee Chun-sik, ya nonangenario, participó en el proceso sentado en una silla de ruedas.

Dos coreanos iniciaron la causa ante el tribunal japonés en 1997, exigiendo la reparación de daños y los pagos atrasados por el trabajo forzado desempeñado en la metalúrgica, que luego se convirtió en la NSSM.

Los tribunales japoneses establecieron que ellos no tenían ningún derecho al reclamo, porque Tokio ya había cumplido con sus obligaciones allá por el año 1965, cuando, al establecer relaciones diplomáticas con Seúl, abonó 800 millones de dólares al gobierno coreano.

Sin embargo, en el 2005, las víctimas –incluido el Sr. Lee- emprendieron una nueva acción legal en Corea del Sur, que concluyó con una sentencia de la Corte Suprema en 2012. Hoy se pronunció el veredicto final, tras la apelación presentada por la empresa NSSM.  

Tras darse a conocer la sentencia, el premier japonés Shinzo Abe y su ministro de Relaciones Exteriores, Taro Kono, expresaron su desaprobación.

Según datos oficiales obtenidos en Seúl, cerca de 780.000 coreanos fueron empleados de manera forzada, para desempeñarse como soldados y trabajadores, sin contar las ‘mujeres de consuelo’, que eran usadas como prostitutas por el ejército nipón.