Llamamiento de Pyongyang: mayor libertad para empresas privadas

En un artículo publicado en el diario oficial del Partido, se pide al régimen cambiar su economía centralista y abrirse a la posibilidad de la libre empresa. Con la caída del comunismo internacional y las relaciones con Beijing en una fase de enfriamiento, Corea del Norte debe demostrar que puede sostenerse sola.

 


Pyongyang (AsiaNews)- El régimen norcoreano “debe cambiar su política económica para permitir una mayor independencia y libertad a las empresas privadas y garantizar la responsabilidad de los trabajadores. Debemos apuntar sobre las empresas para mejorar”. Lo escribe Ki-song, economista y profesor en el Instituto de Economía de la Academia de Ciencias sociales de Pyongyang, en un artículo publicado en el periódico oficial del Partido comunista norcoreano.

Lo más importante, subraya el docente en el Rodong Sinmun, “es tomar medidas fuertes y sobre todo prácticas, de modo que las empresas socialistas -las unidades de base de la producción nacional- puedan demostrar iniciativa y creatividad. Las condiciones económicas y legales vigentes deben ser mejoradas, de modo que la gestión de empresa pueda pasar a ser realmente relevante”.

Estas condiciones “deben ser aplicadas, en primer lugar, en las industria del carbón, en la termal, en la química y en la metalurgia. Luego debería llegarse a la modernización de los sectores vinculados a la industria tecnológica avanzada: la información, la nanotecnología y la biotecnología. Se necesita una industria high-tech”.

El artículo del docente señala cuánto menos una nueva fase en el proceso económico norcoreano. de hecho, desde su misma fundación, Corea del Norte confió su economía al partido de los trabajadores y -en última instancia- a las decisiones de la familia Kim, que ocupa el poder desde 1953. Esta decisión ha demostrado ser desastrosa: las carestías que se vieron en los años '90 demostraron una debilidad estructural que fue siempre negada por el régimen, que logró suplir gracias a la ayuda concedida por Rusia y China.

Con la caída del comunismo internacional y el enfriamiento de las relaciones bilaterales con Beijing, hoy Pyongyang parece tener intenciones reales de llevar a la práctica una verdadera revolución del sistema productivo, abriendo de hecho las puertas al capitalismo y al riesgo empresarial.