El abogado de Asia Bibi huye de Pakistán, temiendo por su vida

A pesar de haber recibido amenazas de muerte, no le han brindado ningún tipo de custodia o seguridad. El gobierno ha llegado a un acuerdo con los radicales islámicos, permitiéndoles desafiar y rever la sentencia de liberación de Asia. Las palabras de Imran Khan al salir en defensa de la sentencia han quedado sepultadas “entre la basura de la historia”.


Islamabad (AsiaNews) – El abogado que defendió a Asia Bibi y la salvó de la condena a la horca por blasfemia, dejó esta mañana el país temiendo por su vida, tras recibir amenazas de muerte de parte de los radicales islámicos.

Saif-ul-Muluk, de 60 años, logró que la Corte Suprema se reuniese para decretar la absolución del delito de blasfemia para la mujer que ha pasado más de ocho años en prisión. Pero desde el día de la publicación de la sentencia, grupos ligados al Tehreek-e-Labbaik Pakistan (TLP), un partido islamista, han paralizado numerosas ciudades del país con manifestaciones, cortes de calles y amenazas.

Para poner fin a los desórdenes, anoche el gobierno llegó a un acuerdo con el grupo, y accedió a prohibir que Asia Bibi deje el país, aceptando una revisión de la sentencia, y liberando a todos los manifestantes que habían sido arrestados en los días previos.  

Al ser entrevistado por AFP, Saif-ul-Muluk declaró que “en el escenario actual, no es posible vivir en Pakistán. Necesito permanecer con vida para proseguir la batalla judicial por Asia Bibi”. A pesar de haber recibido amenazas de muerte, al abogado no le han concedido ningún tipo de protección o custodia.

El abogado explicó que todos se esperaban la reacción violenta de los radicales, pero “lo que no me esperaba –agrega- es la respuesta del gobierno. Ni siquiera son capaces de hacer aplicar una sentencia de la Corte más alta del país”.

Según Muluk, tras el acuerdo alcanzado entre gobierno y manifestantes, la vida de Asia Bibi no cambiará mucho: si bien ella ha sido liberada de prisión, al no poder irse al exterior, tendrá que vivir bajo custodia permanente o en una prisión de máxima seguridad.

Dos días atrás, el premier Imran Khan había dado la impresión de que iba a hacer frente a los radicales islámicos, cuando los acusó de ofender el islam. Hoy son muchos los periódicos que lo critican. En un editorial, Dawn afirma que “otro gobierno más ha capitulado frente a los extremistas religiosos violentos que no creen en la democracia ni en la Constitución”. El discurso pronunciado por Imran Khan días atrás, “ha sido condenado a quedar sepultado entre la basura de la historia”