Investigador del Estado: la economía China, agobiada por el fantasma de una “espiral descendente”

Li Yang, jefe del Instituto nacional de finanzas desarrollo y ex vice director de la Academia de Ciencias Sociales, admite que "El PIB está descendiendo, las inversiones están disminuyendo, las exportaciones se desaceleran y lo mismo sucede con el consumo”. También sufre el sector privado. Es probable que en el  futuro próximo, los salarios sean más bajos, que haya escenarios de insolvencia y despidos. Se desacelera también la economía en Guangdong, Jiangsu, Shandong, Zhejiang, que en otro tiempo fueron locomotoras del desarrollo nacional.

 


Beijing (AsiaNews/Caixin) – La economía de China está entrando en un período de “espiral descendente”, dado que los tres instrumentos del crecimiento –inversiones, exportaciones y consumo– se están desacelerando.

Lo afirma Li Yang, jefe del Instituto nacional de finanzas y desarrollo y ex vice director de la Academia de Ciencias Sociales. En un discurso pronunciado el 3 de noviembre pasado en una reunión cumbre, la Chinese Institutional Investors Summit, él manifestó las preocupaciones de la dirigencia con respecto a la marcha de la segunda economía del mundo, que libra una guerra de aranceles con los EEUU.

“El PIB está descendiendo, las inversiones  están disminuyendo, la exportaciones y el consumo se desaceleran”: de esta manera, dijo Li, las tasas de crecimiento están cayendo a la par del PIB o incluso más velozmente todavía.

Las preocupaciones también afectan al sector privado, cuya situación Li ha definido como “muy seria”. La semana pasada, en Beijing, Xi Jinping realizó un seminario con empresarios privados para asegurarles el apoyo del gobierno y del Partido para el sector privado, que combate contra el enfriamiento de la economía y la escasa ayuda financiera brindada por los bancos chinos.

Uno de los temas que Li Yang abordó en su discurso fue el de los puestos de trabajo. “Si la economía se enfría -dijo- también mermará la posibilidad de crear nuevos puestos de trabajo; las empresas que están en dificultades recortarán los salarios; el crecimiento de los salarios se acotará y asistiremos a [un escenario] de suspensión de pagos… También asistiríamos a la pérdida de empleos. Y esto es una repercusión de las fricciones entre China y EEUU, que se vuelcan al mercado del trabajo”.

Li también hizo notar que la desaceleración de la economía también se registra también en provincias como Guangdong, Jiangsu, Shandong, Zhejiang, las regiones más desarrolladas del país, que en otro tiempo mostraban un crecimiento superior al índice promedio a nivel nacional.

Li sugiere al gobierno guiar la economía tratando de ajustarla cada vez más al mercado, abandonando la política de los vertiginosos subsidios (a las industrias estatales) y, por el contrario, alentando la innovación y las reformas. Entre éstas, él menciona aquellas que considera más importantes: “los derechos referidos a la propiedad, especialmente a la propiedad ajena al ámbito estatal y los derechos referidos a la propiedad intelectual” y una reforma en el sector fiscal.

Al referirse a las tensiones comerciales entre China y los EEUU, Li acusó a los EEUU de  “agresión económica” porque Washington no logra aceptar que ahora, la relación China-EEUU es una relación entre dos grandes potencias y que Beijing ya no reconoce a los EEUU como la superpotencia número uno en el mundo.