Asia Bibi, liberada, abandonó Pakistán. Cabe felicitar al gobierno

Se piensa que está a bordo de un vuelo con destino a Holanda, acompañada por su familia. Los cristianos ahora temen que haya represalias y actos de venganza. En las redes sociales no se menciona a Asia Bibi, no se critica a ningún líder islámico radical y tampoco se habla de religión. Garantizan la seguridad en los barrios cristianos y en los lugares de culto. "Es tiempo de superar esto y mirar hacia adelante”. 


Lahore (AsiaNews) – A una semana de su liberación, tras la sentencia de inocencia emitida por la Corte Suprema, Asia Bibi fue excarcelada y abordó un vuelo para abandonar Pakistán. Se piensa que estaría viajando a Holanda.   

“Tras haber completado los trámites legales correspondientes, ella fue liberada de la prisión de Multan y trasladada al aeropuerto de Multan bajo fuertes medidas de seguridad. Según ciertas fuentes, personal diplomático de Holanda la condujo hasta Islamabad. Se piensa que Asia Bibi estaría viajando a Holanda”. De esta manera, el Pbro. Arthur Charles, ex vicario general de la diócesis de Karachi, confirmó la noticia, que también fue difundida por el semanario católico Agahi, una publicación en lengua urdu. AsiaNews pudo confirmar la noticia a través de otra fuente, al contactarse con el director de “The News”, el periódico pakistaní en idioma inglés más leído en todo el país.  

Apenas se dio a conocer la sentencia de inocencia de Asia Bibi, los partidos radicales islámicos cortaron varias arterias de la ciudad llevando adelante protestas y acciones violentas durante varios días. Para detener las movilizaciones, se procedió a interrumpir el servicio de comunicación y la señal de celulares. En tanto, el marido de Asia Bibi suplicaba asilo a los Estados Unidos y a Gran Bretaña, además de a Italia.

Para poner freno a la violencia de los radicales, el gobierno –que en un inicio, había defendido la sentencia- pareció rebajarse a un pacto con los partidos islámicos, aceptando que se procediera a revisar la sentencia y decretando que Asia Bibi no dejase el país. Ambas cosas resultaban insostenibles de acuerdo con la ley pakistaní.

Días atrás, los cristianos pakistaníes comenzaron a temer que se desatasen represalias y hechos de violencia contra ellos y sus iglesias. En las prédicas dominicales, los sacerdotes advirtieron a los fieles que debían abstenerse de hacer comentarios o criticar a los líderes de los partidos islámicos, y sobre todo, de mencionar a Asia Bibi. Aún ahora, en las redes sociales, los activistas cristianos se valen de metáforas o discursos con referencias indirectas para aludir al caso. Por ejemplo, el educador católico Anjum James Paul, en su página de Facebook escribió: “he visto un pajarillo asustado, que ha volado para salvar su vida”.

El 3 de noviembre pasado, Saif-ul-Muluk, el abogado musulmán que defendió a Asia Bibi y  la salvó de perecer en la horca, dejó Pakistán para viajar a Holanda. Las versiones oficiales decían que él temía por su vida, tras haber recibido amenazas de muerte de parte de los radicales islámicos. Pero es probable que estuviera elaborando un plan para conseguir una vía de escape para la mujer y su familia.

Ahora, son muchos los activistas que elogian al premier Imran Khan, al comandante del ejército y a la Corte Suprema, porque finalmente han hecho respetar la justicia.

Michelle Chaudhry, presidenta de la Cecil Chaudhry and Iris Foundation, dice a Asia News: “dada la sensibilidad que reviste el caso, el gobierno debiera haber tomado esta decisión hace días. Era obvio que Asia Bibi ya no podría seguir viviendo en Pakistán. Realmente apreciamos lo que ahora ha realizado el gobierno, pero lo cierto es que días atrás, estaban jugando con la situación”.  

En cuanto al temor que se propaga entre los cristianos del país, ella agrega: “Desde que se iniciaron las manifestaciones de protesta contra la sentencia, reina la inseguridad entre las comunidades cristianas. Sienten miedo por lo que podría llegar a suceder, pensando en experiencias similares, ocurridas en el pasado. Las fuerzas del orden debieran proteger los lugares de culto de las minorías y sus barrios”.

“De todas maneras –concluye – espero que prevalezca el sentido común. La gente tiene que respetar el veredicto expresado por la máxima Corte del país y respetar a los jueces. Asia Bibi ya ha sufrido nueve años de aislamiento, y nadie podrá resarcirla por las torturas que ella sufrió de manera absolutamente injusta. Por tanto, es hora de superar esto y mirar hacia adelante”