Los sijs se suman a los imanes, pidiendo a Gran Bretaña asilo para Asia Bibi

La mujer cristiana fue exonerada de la acusación de blasfemia. Aunque fue liberada, no pude dejar Pakistán debido a las protestas de los radicales. La asociación británica pakistaní pide que le confieran el Nobel por la Paz. El dedo acusador levantado contra personalidades musulmanas destacadas, como Malala, que todavía permanecen en silencio.  


Islamabad (AsiaNews) – Tras el llamamiento difundido la semana pasada, presentado por tres conocidos imanes ingleses, ahora los sijs también se dirigen al gobierno de Gran Bretaña pidiendo que se conceda asilo político a Asia Bibi, la mujer cristiana que a fines de noviembre quedó absuelta de la acusación de blasfemia en Pakistán, pero a la que todavía no le han permitido dejar el país. Con un mensaje difundido a través del sitio “Network of Sikh Organisations”, los líderes de la minoría religiosa protestan ante la decisión del Ministro del Interior Sajid Javid de excluir cualquier forma de protección para la madre cristiana y su familia, por temor a posibles atentados contra las embajadas inglesas o en suelo británico. “Estamos decepcionados –escriben- por la decisión del gobierno. Conforme al espíritu de justicia, libertad religiosa y en la defensa de aquellos que son perseguidos por los extremistas, Gran Bretaña tiene la obligación de demostrar al mundo que respetamos y sostenemos los derechos humanos, y que daremos refugio a quienes sean oprimidos en el extranjero”.

Para lograr la liberación de Asia –arrestada en el año 2009 y condenada a muerte al año siguiente- e intentar su alejamiento de Pakistán, han intervenido numerosas personalidades en todo el mundo, mientras la comunidad musulmana, en cambio, parece estar “sorda y muda” ante su penoso caso.  Entre los pocos que se han expresado a favor de la mujer, se cuentan tres imanes -Qari Asim, Mamadou Bocoum y Usama Hasanper, que han escrito una carta dirigida al ministro Javid.

En el pasado, todo aquél que demostró solidaridad y cercanía hacia la mujer cristiana fue perseguido con amenazas de muerte o terminó asesinado por mano de los radicales. Uno de los ejemplos más notables en relación a las amenazas es el abogado de Asia Bibi, que debió buscar refugio en Holanda; en el segundo grupo, el de los asesinados, figura el ex gobernador de Punjab, Salman Taseer y el ex ministro católico para las minorías, Shahbaz Bhatti.

Sin embargo, las amenazas de los radicales no logran poner freno a la acción y al apoyo de tantos activistas y ciudadanos comunes y corrientes. En este sentido, una de las últimas iniciativas es la propuesta presentada por la asociación británica de cristianos pakistaníes (British Pakistani Christian Associaton), que ha difundido un llamamiento dirigido a todos los ex Nobel por la Paz, pidiendo que ejerzan presiones sobre la Fundación de Oslo que asigna el premio. El objetivo es “no dejar a Asia sola”.  

La asociación inglesa levanta el dedo acusador contra algunas personalidades pakistaníes ilustres (entre ella, el Premio Nobel, Malala Yousafzai y el intendente de Londres, Sadiq Khan) que hasta ahora mantienen silencio sobre el caso. El presidente de la asociación, Wilson Chowdhry, denuncia “el inexplicable silencio de algunos líderes de la diáspora, que abate el ánimo de aquellos que son privados de los derechos civiles”. Luego, concluye: “entre los cristianos pakistaníes hay una gran decepción ante el hecho de que estas claras invocaciones a la violencia y al discurso del odio no sean definidas como inaceptables por exponentes destacados de su misma comunidad étnica, que gozan de una gran influencia”.