La visita del metropolitano HilariĆ³n a China, Corea del Norte y del Sur
de Vladimir Rozanskij

El número 2 de la Iglesia ortodoxa rusa fue a los países del Extremo Oriente. En Beijing se recordó a los 222 mártires chinos asesinados durante la Revuelta de los Boxer (1900). Un regalo a Kim Jong-un de parte del patriarca Kirill. La colaboración entre la Iglesia y diplomáticos rusos en el extranjero.

 


Moscú (AsiaNews) - El pasado 23-24 de noviembre, el metropolitano de Volokolamsk Hilarión (Alfeev), el más importante de la Iglesia rusa después del patriarca Kirill, realizó una visita a Beijing, antes de dirigirse a las dos Coreas. Hilarión celebró la Divina Liturgia en la Iglesia de la Dormición de la Madre de Dios, que surge en el territorio de la embajada rusa en Beijing, junto al hieromonje Inocencio (Kolesnikov), rector de la iglesia y al arzobispo de Solnechnogorsk Sergio (Chashin), administrador del Patriarcado.

En la homilía, el metropolitano recordó que la tierra china es “sagrada para nosotros, aquí estaba la misión eclesiástica rusa, aquí fueron ejecutados los 222 mártires chinos… rezamos a los mártires y a los confesores de esta tierra, para que el Señor la ilumine con la luz de la fe en Cristo. Recemos para que la fe ortodoxa pueda ser preservada en este país”. Hilarión recordó las preocupaciones y los esfuerzos del Patriarcado en la ayuda a la Iglesia ortodoxa china autónoma, para sostener su camino en el contexto del Estado ateo.

La delegación rusa luego partió para Seúl, donde visitó a los ortodoxos locales, para llegar a Pyongyang, donde entregó al líder Kim Jung-un regalo del patriarca Kirill. Rusia y Corea del Norte festejan este año los 70 años de relaciones diplomáticas y la visita se enmarca en las celebraciones por este aniversario.

El metropolitano  Hilarión pudo celebrar la Divina Liturgia en la iglesia de la Trinidad Vivificadora junto al p. Feodor Kim, decano de la Iglesia y junto a otros sacerdotes que están sirviendo en las iglesias rusas de Extremo Oriente, desde la cual históricamente se desarrollaron las misiones rusas en China, Corea y Japón.

Durante la celebración se hicieron oraciones especiales en recuerdo del siervo de Dios, Andrej Karlov, embajador y “héroe de Rusia”, asesinado por un terrorista islámico en 2016 durante una muestra en Ankara (Turquía). Karlov había estado en servicio justamente en Corea del Norte del 2001 al 2006 y había dedicado un particular trabajo justo para la construcción de una iglesia rusa en Pyongyang, que luego fue consagrada en 2006 por el mismo Kirill, hoy patriarca y en esa época jefe del Departamento de Relaciones Exteriores, luego sustituido en este cargo por el mismo Hilarión. La parroquia de Pyongyang fue regularmente registrada por el gobierno norcoreano, después de una tratativa de algunos años en los cuales el patriarcado se puso junto a las estructuras diplomáticas del gobierno ruso.

Comentando el Evangelio del Buen Samaritano, el metropolitano Hilarión recordó que “el Señor llamó a todos a su Iglesia, para compartir los tesoros del espíritu con nuestros vecinos. No es por lo tanto que esta magnífica iglesia esté situada en el centro de Pyongyang… sus puertas están siempre abiertas y quien quiera recibir la Santa Comunión y estar junto al Señor. esta iglesia en un verdadero milagro, que bendice a los presentes junto a aquellos que están afuera”.

Después de la visita a Corea del Norte, el metropolitano  Hilarión hizo una nueva escala en Beijing, donde se encontró con el embajador Andrej Denisov, para evaluar los esfuerzos comunes de la Iglesia y del gobierno ruso en apoyo de la Iglesia ortodoxa autónoma china, siguiendo el ejemplo de las buenas relaciones con Pyongyang.