Desmantelados 20 puestos militares de avanzada en la frontera entre Norte y Sur de Corea

Pyongyang y Seúl conservan uno desarmado cada uno, por el valor histórico. Personal militar controló el completo retiro de armas y tropas, además de la demolición de algunas estructuras subterráneas. De los esfuerzos conciliatorios un debate sobre el futuro status de las tropas estadounidenses. Experto: “En el proceso de paz, influyen los intereses de las grandes potencias extranjeras”.

 


Seúl (AsiaNews/Agencias) – En la jornada de ayer, las dos Coreas realizaron una inspección conjunta para verificar el desmantelamiento de 20 puestos de guardia (GPS) dentro de la zona desmilitarizada (DMZ). Esta es una de las iniciativas realizadas por los dos gobiernos para extender las relaciones militares, económicas y políticas entre el Sur y el Norte. No obstante los pasos avanzados en la pacificación de la península, algunos analistas advierten: las dos Corea deben superar los obstáculos geopolíticos causados por las grandes potencias, que luchan por el propio equilibrio de intereses estratégicos.

En principio, Seúl y Pyongyang habían concordado en demoler 11 puestos de avanzada cada uno; a continuación decidieron mantener uno cada uno, si bien desarmado, por su valor histórico. Por la mañana, el Sur envió 11 escuadras, compuestas por 7 personas cada una, para verificar los puestos de guardia del Norte. Las escuadras atravesaron la Línea de demarcación militar sobre senderos de una nueva construcción, que ahora unen las postaciones de ambos países. El personal militar controló el completo retiro de armas y tropas, además de la demolición de algunas estructuras subterráneas. El Norte siguió los procedimientos durante la tarde.

La eliminación de los puestos de avanzada forma parte de un acuerdo militar que los ministros de Defensa de ambas Coreas han firmado después de la tercera cumbre entre el presidente Moon Jae-in y el líder norcoreano Kim Jong-un en Pyongyang, en septiembre. El acuerdo militar incluye una serie de medidas para el reforzamiento de la confianza recíproca y medidas de control de los armamentos, como el desarme de las minas anti-hombre en la Joint Security Area (JSA) de Panmunjom. A esto se agrega la creación de zonas de amortiguación aéreas, terrestres y marítimas para prevenir los enfrentamientos accidentales.

Los esfuerzos conciliatorios, en particular los prodigados por Seúl, han provocado un debate sobre el futuro status de las tropas estadounidenses. Muchos, por lo más liberales, sostienen que un régimen de paz, forjado para sustituir al actual armisticio, podría poner en discusión la base de la huella militar estadounidense sobre la península. Una reducida influencia americana en Corea podría amenazar la posición prominente de Washington respecto a una serie de aliados y competidores regionales: por un lado Japón, China y Rusia por el otro.

Según los observadores, también Beijing teme que un proceso de paz en la península podría llevar a su aliado comunista, el Norte, más cercano a los EEUU. Para China, esto podría significar la desaparición de una amortiguación estratégica crucial en la península, que impidió a las tropas americanas en el Sur acercarse a su frontera. Nam Chang-hee, profesor de Relaciones internacionales en la Universidad de Inha, declara. “Es un dato de hecho de la vida política internacional que los intereses de las grandes potencias influencian las políticas exteriores de potencias medias y Estados más pequeños- una razón por la cual es necesaria una fórmula política realista”.