Papa: es esencial respetar la igual dignidad de cada hombre para resolver crisis y tensiones

“Las lecciones” aprendidas de las dos grandes guerras mundiales puedan “continuar convenciendo a los pueblos del mundo y sus líderes de la inutilidad de los conflictos armados y de la necesidad de resolver las controversias a través de un paciente diálogo y negociaciones”. Ninguna eficaz solución humanitaria frente a la crisis de las migraciones de masa “puede ignorar nuestra responsabilidad moral” para “acoger, proteger, promover e integrar”.

 


Ciudad del Vaticano (AsiaNews)- El respeto por el principio de la igual dignidad de todos los hombres es esencial para resolver las tensiones internacionales y también para enfrentar la “crisis de las migraciones de masa” que también cuestiona el deber moral de acoger y proteger. Esto es lo que  sostuvo el Papa Francisco en el discurso dirigido hoy a los embajadores de Suiza, Malta, Bahamas, Cabo Verde, Estonia, Islandia, Turkmenistán, Grenada, Qatar y Gambia, recibidos para la presentación de las Cartas credenciales.

Francisco, en pprimer lugar, expreso la esperanza que “las lecciones aprendidas de las dos grandes guerras mundiales puedan continuar convenciendo a los pueblos del mundo y sus líderes de la inutilidad de los conflictos armados y de la necesidad de resolver las controversias a través de un paciente diálogo y negociaciones”.

Al mismo tiempo el Papa recordó el “significativo aniversario” de los 70 años de la Declaración universal de las Naciones Unidas sobre los derechos del hombre que “en sus primerísimas palabras, establece que “el reconocimiento de la dignidad inherente y a todos los miembros de la familia humana y de sus derechos, iguales e inalienables, constituye el fundamento de la libertad, de la justicia y de la paz en el mundo” (Preámbulo). En estos tiempos de profundos cambios sociales y políticos, no puede venir a menos el compromiso hacia este principio por parte de los gobiernos de los pueblos”.

“Es esencial que el respeto por la dignidad humana y por los derechos humanos  inspire y dirija cada esfuerzo para afrontar las graves situaciones de guerra y conflictos armados, de pobreza oprimente, discriminación y desigualdad que afligen nuestro mundo y que en los últimos años han contribuido en la presente crisis de las migraciones de masa. Ninguna eficaz solución humanitaria a aquel urgente problema puede ignorar nuestra responsabilidad moral, con la debida atención hacia el bien común, para acoger, proteger, promover e integrar a aquellos que golpean a nuestras puertas en busca de un futuro seguro para ellos mismos y para sus hijos (cfr Mensaje para la Jornada Mundial de la Paz 2018, 4). La Iglesia, por su parte, está comprometida en trabajar con cada interlocutor responsable en un diálogo constructivo que tienda a proponer concretas soluciones a este y a otros problemas humanitarios, con el objetivo de preservar vidas humanas y dignidad, aliviando e incrementando un auténtico e integral desarrollo”.