Es la iglesia de Rongguili, fundada por el pastor Samuel Lamb, una de las primeras comunidades subterráneas, con 5.000 fieles. La policía secuestró libros sagrados y celulares. El gobierno parece cada vez más preocupado por el crecimiento del número de cristianos. En la iglesia de la Inmaculada en Beijing las obras de refacción comenzaron poco antes de Navidad.
Guangzhou (AsiaNews) – Una iglesia protestante no oficial, la iglesia de Rongguili, en Guangzhou, fue clausurada y sellada luego de un allanamiento desplegado por 60 policías y representantes de la Oficina de asuntos religiosos.
Ayer por la mañana, la policía irrumpió en el edificio donde se estaba desarrollando una lección de catecismo para niños. El encuentro fue dado por terminado y se secuestraron registros y libros religiosos de la comunidad (Foto 1), tomando nota de todos los números de los presentes y llevándose sus celulares. Siendo una comunidad no oficial, cualquier encuentro es considerado “ilegal”. Los fieles de la comunidad fueron invitados a continuar las funciones en las iglesias registradas.
Rongguili nació a fines de los años 70 y fue fundada por el pastor Samuel Lamb, una de las personalidades más destacadas del movimiento subterráneo cristiano. Cada semana, se reúnen en ella unos 5.000 fieles.
En pocos meses, esta es la tercera iglesia protestante no oficial en ser clausurada, después de la iglesia de Sión, en Beijing en septiembre y la iglesia de la Primera lluvia de la Alianza en Chengdu, hace pocos días.
El gobierno chino parece cada vez más preocupado por el crecimiento del número de cristianos -sobre todo, subterráneos- y está implementando con creciente vigor los nuevos reglamentos sobre las actividades religiosas para erradicar a aquellas iglesias que no se someten al control de las asociaciones patrióticas.
Es de estos días, se dio a conocer que la catedral de la Inmaculada de Beijing (la Natang, Foto 2) quedará clausurada por tiempo indeterminado por “reparaciones”. Todos los fieles católicos son invitados a utilizar la iglesia del San Salvador (la Beitang). Para diversos fieles estas “reparaciones” son un modo velado para obstaculizar las ceremonias navideñas, que reúnen a miles de personas, incluso no cristianas, que de la comunidad pasan al catecumenado. Otros fieles afirman que las “reparaciones” son necesarias. Sin embargo, permanece la duda de cómo es posible que estas obras puedan emprenderse justo cuando faltan pocos días para Navidad.