Demolieron parcialmente un convento de religiosas en Qiqihar (Videos)
de Wang Zhicheng

La policía irrumpió en el lugar en la noche del 18 al 19 de diciembre y obligó a las hermanas a dejar el edificio en el plazo de una hora. La construcción es considerada ilegal y en él se reúne una comunidad considerada igualmente ilegal por el hecho de ser subterránea. Esta mañana, el obispo Wei Jingyi dijo que las religiosas han encontrado otro lugar donde vivir. 


Beijing (AsiaNews) – Un convento de religiosas situado en la ciudad de Qiqihar (condado de Gannan, provincia de Heilongjiang) fue parcialmente destruido por las fuerzas del orden. Esta mañana, el obispo de la diócesis, Mons. Wei Jingyi, declaró que las religiosas lograron convencer a las autoridades de salvar una parte del edificio que es utilizado como capilla y como residencia. El resto del edificio fue destruido.

La destrucción comenzó dos noches atrás. Cerca de las 23 horas, la policía irrumpió en el convento y ordenó a la hermanas que se retirasen del lugar, dando un plazo de una hora para ello. En Qiqihar, durante la noche, las temperaturas llegan a ser bajo cero. En tanto, algunos policías y personal llegado al lugar junto a ellos comenzaron a destruir los marcos de las ventanas, las puertas y demás. Las hermanas habían recibido un aviso de desalojo esa misma mañana y pudieron advertir a Mons. Wei sobre lo que estaba sucediendo.  

Durante todo el día de ayer la destrucción prosiguió, mientras el obispo, algunos sacerdotes y fieles de la diócesis trataban de dialogar con las autoridades para hallar una solución y llegar a un acuerdo.

En tanto, las hermanas enviaban mensajes en los cuales pedían oraciones y apoyo, y adjuntaban vídeos que mostraban el avance de la destrucción.

Según el gobierno, todo el edificio es una construcción ilegal y además de ello, aloja reuniones religiosas ilegales. En efecto, la comunidad de hermanas participa de la comunidad no-oficial; el mismo obispo Wei Jingyi no es reconocido por el gobierno, si bien tiene buenas relaciones con las autoridades.

Algunos fieles han resaltado que en lugar de tratar de llegar a un acuerdo, las fuerzas del orden vinieron con la clara intención de destruir todo. Se sospecha que la operación fue pensada para ejercer presión sobre la comunidad subterránea para que esta se pase a la comunidad que funciona bajo el registro y control del gobierno.

Esta mañana, Mons. Wei comunicó que “el problema está resuelto” diciendo que las hermanas han hallado otro lugar donde vivir. Sólo una parte del edificio parcialmente destruido seguirá siendo propiedad de las religiosas.