En el Estrecho de la Sonda, escenario del último desastre, fueron rescatados, sanos y salvos, 15 ejemplares de tortugas marinas. La reserva natural del Ujung Kulon National Park, ubicada a poca distancia del volcán Anak Krakatoa, aloja una población de casi 70 rinocerontes. Las autoridades apuntan a “procurar un segundo hábitat”.
Yakarta (AsiaNews/Agencias) – El último tsunami que se abatió sobre el archipiélago indonesio acrecienta el temor de que otra ola mortal termine barriendo con las pocas decenas de rinocerontes de Java (foto 1) que siguen con vida. Así lo afirman las autoridades abocadas a la protección del medio ambiente, mientras en las costas devastadas del Estrecho de la Sonda, las escuadras de socorristas ya han logrado rescatar y poner a salvo 15 ejemplares de otra especie en peligro: la tortuga marina (foto 2).
La reserva natural del Ujung Kulon National Park está situada en el extremo occidental de la isla de Java. Poco distante del volcán Anak Krakatoa, el lugar aloja a una población de casi 70 rinocerontes. Las autoridades sostienen que ninguno de los animales resultó herido en el desastre que el 23 de diciembre pasado provocó la muerte de 425 personas. Sin embargo, los funcionarios dan la alarma de otro posible tsunami, que tocaría nuevamente las localidades turísticas de las provincias de Banten y Lampung, entre las islas de Java y Sumatra.
Mamat Rahmat, el director del parque, afirma: “Ha pasado a ser un deber trabajar más, para así procurarles un segundo hábitat, porque el peligro es real”. Widodo Ramono, presidente de la Rhino Conservation Foundation of Indonesia, agrega: “Teniendo un solo hábitat a disposición, de darse otro tsunami, éste podría arrasar con los rinocerontes por completo”.
Los planes para hallar un segundo hogar para la especie están siendo estudiados desde hace casi ocho años. Los ambientalistas han analizado áreas en todo Java y en la cercana Sumatra, pero hasta ahora no han tenido éxito. La dimensión del área, el clima, las fuentes de alimento y agua así como la seguridad ante los cazadores furtivos constituyen criterios clave para la elección del lugar. La tímida criatura, cuyos pliegues de piel flácida asumen el aspecto de una coraza, en otro tiempo contaba con miles de ejemplares y poblaba el sudeste asiático, llegando incluso hasta la India y China.