Enfrentamiento a fuego entre militares del East Indonesia Mujahidin (MIT) y la policía, que intervino para recuperar los restos de la víctima. Las fuerzas de seguridad lanzan una caza al hombre para eliminar al grupo islamista: recuperar armas y material explosivo.
Yakarta (AsiaNews)- Con el descubrimiento de un cadáver decapitado, vuelve la pesadilla del terrorismo islámico a Poso, en la provincia de las Célebes Centrales. Para las fuerzas de seguridad indonesias, los autores del brutal asesinato, sucedido hace tres días, son militantes del East Indonesia Mujahidin (MIT). Los terroristas, ligados al Estado islámico (Isis), el día siguiente han realizado un violento enfrentamiento a fuego en el cual resultaron heridos dos agentes del pueblo de Salubanga, en la regencia de Parigi Moutong.
El ejército y la policía han iniciado una caza al hombre para eliminar al grupo islamista, originario de Poso y guiado por Ali Kaliora. El general Dedi Prasetyo, vocero de la policía, reporta que en estas horas, los militares comprometidos en las operaciones han secuestrado armas y material explosivo atribuible a los yihadistas del MIT.
Desde inicios de 2016 Yakarta está empeñada en una operación militar a larga escala, llamada “Tinobala Ops”, para la guerra a los grupos terroristas activos en el territorio. En julio del mismo año, las fuerzas han matado al terrorista Santoso, más conocido como Abu Wardah, líder histórico del MIT. Dos meses después, la policía anunció la captura de Mohammad Basri, su sucesor. En octubre, terminó en la cárcel también Tini Susanti Kaduku, esposa de Ali Kaliora.
Desde 1997 a 2001 la isla de Célebes y las vecinas Molucas fueron teatro de un conflicto sangriento entre cristianos (protestantes) y musulmanes. Miles son las víctimas de las violencias, centenares las iglesias y las mezquitas destruidas; miles de casas arrasadas al suelo; casi medio millón son los prófugos, de los cuales 25 mil en la sola Poso. El 20 de diciembre de 2001 ambos frentes firmaron una tregua en Malino (Célebes del Sur), gracias a un plan de paz favorecido por el gobierno. Sin embargo, la tregua no detuvo episodios esporádicos de terror. En octubre de 2005, provocó sensación e indignación en todo el mundo la decapitación, por manos de los extremistas islámicos, de tres estudiantes cristianas: Alfito Polino, Theresia Morangki e Yarni Sambu.