Java Central, profanaron 11 tumbas cristianas: la policía investiga a sujetos no identificados
de Mathias Hariyadi

Se desconoce el móvil detrás del hecho de barbarie. Es la primera vez que ocurre un caso de este tipo en el cementerio de Giriloyo. Detrás del acto vandálico, la sombra de la política: analistas denuncian maniobras para generar descontento entre los cristianos. 


Yakarta (AsiaNews) – La policía de Magelang (Java Central) inició una investigación contra personas no identificadas tras verificar la profanación de 11 tumbas cristianas en el cementerio público (TPU) de Giriloyo, lugar habitual de sepultura por parte de católicos y protestantes. El acto vandálico fue descubierto por el guardián del campo santo, que en la mañana de ayer denunció la destrucción de cruces de madera y piedra que adornaban las tumbas (fotos).

El Cap. Choirul Anwar, de la policía local, afirma que aún se están realizando verificaciones y que de momento se desconoce el móvil detrás de la barbarie anti-cristiana. De las pericias policiales surge que las cruces de madera fueron arrancadas, en tanto las de piedra fueron destruidas valiéndose de un martillo. Según informaron los agentes, es la primera vez que se registra un caso de este tipo en el cementerio de Giriloyo.

El episodio generó indignación en la opinión pública, en un país que trata de resistirse a las presiones islamistas de movimientos radicales; sobre todo porque el hecho sucede tras aquello que las redes sociales y las “fake news” (noticias falsas) han descripto como otro “episodio de intolerancia anticristiana”. El 18 de diciembre causaron gran estruendo las imágenes –que circularon por Internet- de una cruz mutilada en el cementerio de Kotagede, en la regencia de Bantul. Luego se constató que el retiro del brazo superior del símbolo fue llevado a cabo de manera acordada, entre la familia del difunto y los habitantes de dicha localidad. Con esto se buscaba evitar reacciones violentas de los extremistas locales, que no hubieran tolerado ver una cruz erigida en un cementerio musulmán.  

Los observadores sostienen que el acto vandálico que tuvo lugar en Magelang puede ser una maniobra política que busca generar perturbación, con miras a las elecciones presidenciales del próximo mes de abril.  Se trataría de un acto orientado a generar descontento en la población cristiana (cerca del 10% de los indonesios) en relación al presidente Joko Widodo, que competirá por un segundo mandato contra formaciones políticas islamistas. Estas agrupaciones lo acusan de no ser un “buen musulmán”, de favorecer los intereses extranjeros en el país y de  guardar simpatía por el difunto Partido comunista indonesio (PKI).