La llegada coincidió con aquel que se considera ser el 35° cumpleaños del líder norcoreano. La visita de 4 días refuerza las especulaciones sobre un inminente segundo encuentro con el presidente de los EEUU. Según los observadores, Corea del Norte y China buscan una estrategia común.
Seúl (AsiaNews/Agencias)- El líder norcoreano Kim Jung-un llegó esta mañana a Beijing para establecer diálogos con el presidente Xi Jinping, mientras se hacen siempre más insistentes las voces sobre un inminente segundo encuentro con el presidente de los EEUU, Donald J Trump.
El tren especial que transportaba a Kim y a su esposa, Ri Sol-ju, llegó a la capital china a las 10:55. La delegación norcoreana está compuesta por funcionarios del Partido, gobierno y ejército. Entre éstos están Kim Jong-chol, figura eminente en las negociaciones con los EEUU sobre lo nuclear, Ri Jong-ho y No Kwang-chol, respectivamente ministros de Exteriores y de Defensa. Lo reporta la Korean Central Agency (KCNA), agencia de prensa oficial de Pyongyang.
La china Xinhua News Agency refiere que Kim partió ayer hacia Beijing por una visita de 4 días invitado por el presidente chino. La llegada coincidió con aquel que el ministerio de la Unificación de Seúl afirma ser el 35° cumpleaños (ninguna confirmación del Norte). Durante su permanencia, se prevé que Kim tome parte en un encuentro con Xi, si bien su itinerario detallado no se dio a conocer.
Beijing representa un aliado clave para el Norte, además de ser su principal fuente de comercio y ayudas. La visita, la cuarta de Kim a China desde marzo pasado, refuerza las especulaciones sobre una potencial cumbre entre Kim y el presidente de EEUU, Donald Trump. Según cuanto declarado por este último, están en curso diálogos entre Pyongyang y Washington para establecer el lugar del encuentro entre los dos líderes.
Los analistas ven en la visita de Kim a China como una ocasión para Corea del Norte de coordinar una estrategia con el potente aliado. Según los observadores, Kim podría aprovechar sus relaciones con Xi para llevar a los EEUU a conceder mayores concesiones en los diálogos sobre lo nuclear. El líder norcoreanos amenazó en su discurso de Fin de Año de estar dispuesto a iniciar un “nuevo curso” en las negociaciones, en el caso que los EEUU no disminuyan las sanciones económicas impuestas a Pyongyang.