Las celebraciones comienzan esta tarde con las vísperas. Mañana habrá una oración inter-religiosa y una misa. Ancianos, jóvenes y niños participan de la ceremonia de izado de la bandera. “El santo fortalece nuestra fe en Cristo”.
Maha-Galgamuwa (Asia News) – Todo está listo para la gran fiesta de San José Vaz. Con el rezo de las vísperas, esta tarde se inauguran las celebraciones en honor del sacerdote de origen indio, Apóstol de Sri Lanka y primer santo del país, canonizado por el Papa Francisco durante el viaje pastoral del 2015. Como todos los años, la ceremonia se desarrolla en Maha-Galgamuwa, una localidad situada en el centro-oeste de la isla que aloja una iglesia dedicada al santo y donde se está construyendo el primer santuario nacional en su honor.
Mañana, en el pueblo tendrá lugar una conmemoración litúrgica, que será precedida por una oración inter-religiosa de una hora y media de duración. El párroco, el P. Alez Janaka, cuenta a AsiaNews que la misa “será concelebrada por Mons. Justin Gnanapragasam, obispo de Jaffna, y por Mons. Harold Anthony, obispo de Kurunegala. Esperamos recibir a una gran multitud, como en años anteriores. Las personas son muy devotas de San José”.
Nacido en la India en 1651 en una familia portuguesa, llegó a la isla de Ceylán en 1687 para sostener a los católicos durante la persecución que llevaban adelante los calvinistas holandeses. San José Vaz fue definido por Juan Pablo II como “el mayor misionero que Asia haya tenido jamás”. En primer lugar, él comprendió la urgencia de refundar la comunidad cristiana e impulsó la formación sacerdotal y la obra de los laicos. Instituyó la congregación del Oratorio de Goa para educar a los misioneros que iban a ser enviados a Sri Lanka. Estudió las dos principales lenguas del lugar, el cingalés y el tamil, para poder entablar relaciones amistosas con los monjes budistas.
Los fieles también se han preparado para el gran evento izando la bandera en una ceremonia. El 11 de enero pasado, todos los habitantes del pueblo tamil colaboraron colocando banderas para adornar la iglesia. Ancianos, jóvenes y niños participaron en los arreglos. Luego se hizo el rezo del Rosario y la misa, que fue celebrada en lengua tamil y cingalesa.
L. Gratian es rector de la escuela del pueblo y cuenta que los niños son muy devotos y se encomiendan al santo. “Ahora que tenemos un santo –dice- sabemos que podemos dirigirnos a él y pedirle cualquier cosa. San José Vaz vela por nosotros”. Joseph Selestian, un sacristán de 64 años, agrega: “Somos realmente afortunados de haber nacido en el sagrado pueblo donde el santo vivió por años. Nuestro amado San José Vaz fortalece nuestra fe en Cristo”.