El presidente iranĂ­ se opone a la censura en las redes sociales y medios de Estado

Para Rouhani, los partidos –todos- deben poder publicar órganos de prensa propios. El éxito de Internet reside en el hecho de que asegura una pluralidad de voces. Se precisa una educación en el uso de la red; no se debe abandonar el ciber-espacio, dejándolo en manos de los extremistas. En las últimas semanas fueron arrestados cuatro periodistas por haber expresado opiniones críticas.   


Teherán (AsiaNews) - Con una maniobra que genera sorpresa, el presidente iraní Hassan Rouhani arremete duramente contra la censura y el monopolio de la información en manos del Estado y, más en general, contra la plana de líderes religiosos de sesgo ultraconservador. Al dirigirse a los adversarios políticos, él subraya que “Poner un freno a las [legítimas] aspiraciones de la gente va contra la ley y se opone a los principios de la religión”.

El tema de la libertad de prensa, unido a la cuestión de los derechos civiles, adquiere una importancia creciente en la República islámica, donde en las últimas semanas al menos cuatro periodistas fueron arrestados por “delitos de opinión”. En orden cronológico, el último episodio es el del ex preso político Ali (Amir)  Amirgholi, un colaborador de un sitio de información en la red.  

Según Rouhani, los movimientos políticos –desde el ala conservadora hasta la facción reformista, pasando por lo moderados- deben tener la libertad de poseer medios –periódicos, radios, canales de TV- que constituyan un punto de referencia a la vez que una voz del partido.  Estos deben ser “independientes” de la TV pública, controlada por el gobierno, para lograr una credibilidad a los ojos del público.   

El presidente advierte que es necesario terminar con el monopolo televisivo que aún hoy sigue en manos del Estado, abriendo las frecuencias a emisoras privadas o a realidades editoriales distintas. Rouhani asevera que el éxito de Internet y de los nuevos medios reside justamente en el hecho de que permiten una pluralidad de voces y garantiza espacios que incluyen a aquellos que no encuentran en los medios tradicionales una vía de comunicación.

En el pasado, el jefe de Estado ya había desafiado algunos principios tradicionales sobre los cuales se funda la República islámica; y esto mismo ocurrió ayer. Al tomar la palabra durante un encuentro organizado en el Ministerio de Telecomunicaciones, Rouhani –sin mencionarlo- se dirigió al gran Ayatolá Ali Khamenei y a la leadership religiosa: “Entre nosotros hay quienes piensan que poseen autoridad divina y la facultad de impartir cualquier orden para gobernar a cuantos viven en este suelo. Pero esto no es así”.

 

Luego él agregó que es inútil tratar de filtrar o censurar los contenidos en las redes sociales, y señaló además que los nuevos medios aportan muchos beneficios y amenazas limitadas. “No podemos contener el impacto de las tecnologías modernas en la vida de las personas” –agregó. Y una política de “resistencia” representa “un abordaje obsoleto”.

Si bien apreció el rol y la importancia de las redes sociales, Rouhani lanzó una advertencia orientada a los internautas, exhortándolos a medir su lenguaje. “He notado –explicó- que los iraníes usan un tono grosero en las redes sociales”. Sin embargo, prosiguió, “la solución a ello no es ni el filtro de los contenidos, ni abandonar el ciber-espacio dejándolo a merced de los extremistas”. Muy por el contrario, es necesario “educar en su uso y garantizar que haya una mayor conciencia en la utilización de estas herramientas”.

“En Irán – afirmó el presidente- no tenemos libertad de prensa. Hay solamente una TV de Estado, y es por eso que todos se vuelcan a las redes y medios para informarse. Esto no pasaría si hubiese 500 periódicos”. Internet y las redes sociales, subraya, pueden fortalecer la economía de la nación, contribuir a la justicia social y garantizar una mayor transparencia, desenmascarando la corrupción. A este propósito, concluyó, es necesario lograr un mejor y “más activo rol” de la mujer en la sociedad, en neto contraste con los radicales, que pretenderían encerrarla entre las paredes del hogar. “En algunos campos [él mencionó el sector financiero] se manejan mejor que los hombres”.