Misionero del PIME sobre los atentados de Jolo: ‘El diálogo prosigue, a pesar de todo’

Al menos 27 personas murieron esta mañana en la catedral de Nuestra Señora del Monte Carmelo. Hay 77 heridos. Las sospechas recaen principalmente sobre los terroristas de Abu Sayyaf. Entre las víctimas se cuentan fieles que se disponían partir para asistir a la toma de posesión del nuevo arzobispo de Cotabato. 


Zamboanga (AsiaNews) – Los atentados de esta mañana en la catedral de Nuestra Señora del Monte Carmelo en Jolo (Sulu) testimonian que “también aquí, en las Filipinas, se están difundiendo peligrosas ideologías islamistas. A pesar de todo, el diálogo entre musulmanes y cristianos continúa y es la única vía a seguir”. Es lo que afirma, al dialogar con AsiaNews, el Pbro. Sebastiano D’Ambra, un misionero del Instituto Pontificio de Misiones Extranjeras (PIME) que vive en Mindanao desde hace más de 40 años. El sacerdote es el fundador del movimiento Silsilah y es también secretario ejecutivo de la Comisión para el diálogo inter-religioso de la Conferencia Episcopal Filipina (CBCP).  

Al menos 27 personas fueron muertas en las explosiones que esta mañana azotaron la catedral de Nuestra Señora del Monte Carmelo, en Jolo. El superintendente Graciano Mijares, jefe de la policía de la Región Autónoma del Mindanao Musulmán (ARMM), declara que las víctimas civiles son 19. A ellas se suman siete militares de las Fuerzas Armadas Filipinas (AFP) y un marino de la Guardia Costera (PCG). El número de heridos se ha elevado a 77: 59 civiles, 14 militares de las AFP, dos miembros de la PCG y dos agentes de la policía nacional (PNP).

La PNP revela que en el atentado se utilizaron dos artefactos explosivos improvisados (LED). Según la policía regional, uno de estos explotó dentro de la catedral y otro en la entrada de la misma. El vocero de la PNP, el superintendente Bernard Banac, informa que la segunda explosión se produjo mientras el personal de la AFP respondía a la primera. Arnel de la Vega, a cargo del Comando de Mindanao occidental de la AFP, afirma que los principales sospechosos son terroristas de Abu Sayyaf, pero agrega que se están haciendo “ulteriores averiguaciones y verificaciones”.

“Ex capital del Sultanato de Sulu –explica el Padre D’Ambra – Jolo es un lugar histórico para la comunidad islámica de Mindanao. Los cristianos representan una minoría muy pequeña. Con el correr de los años, la violencia y las amenazas de los grupos radicales los han empujado a huir de la ciudad. En este momento sólo quedan algunos miles. La catedral de Jolo se encuentra en el centro de la ciudad y siempre está presidiada por militares, porque constituye un blanco sensible.  En el pasado, las relaciones entre musulmanes y cristianos solían ser buenas. La ubicación céntrica de la catedral lo demuestra. En el último tiempo, con el avance de varios grupos fundamentalistas, el lugar de culto terminó bajo la mira de quien quiere su destrucción”. Desde el año 2000, la iglesia y los espacios circundantes han sido objeto de varios atentados: nueve en total, que costaron la vida de 11 personas y heridas a otras 59”.

“Es triste pensar –prosigue el misionero- que Mons. Angelito Rendon Lampon, el obispo de Jolo, tomará posesión justamente en estos días (31 de enero) como nuevo arzobispo de Cotabato. Para participar en las celebraciones, algunos partieron esta misma mañana desde sus lugares de origen, antes del atentado, y entonces se salvaron. Otros grupos iban a partir esta noche. De estas personas, hay algunas que lamentablemente han perdido la vida”.   

El atentado de hoy sucede a pocas horas de la conclusión del referéndum sobre la región autónoma musulmana de Bangsamoro. La votación terminó con la victoria para la autonomía. “En Jolo, en el referéndum triunfó el ‘no’, un hecho extraño, pero previsible: un líder islámico muy influyente, Sakur Tan, invitó a la población a oponerse a la autonomía. Sus planes políticos no son muy claros, pero la etnia que él representa, los Tausug, siempre han manifestado descontento en relación a los Maguindanao, el grupo islámico llamado a pilotear la fase de transición hacia el Bansgamoro autónomo” cuenta el Padre D’Ambra.

El diálogo recomenzará, sabremos difundir un mensaje positivo: la gente no debe desalentarse. Debemos esperar que los musulmanes se ubiquen en primera línea. Si bien es cierto que, por un lado, los atentados de Jolo harán que aumente el miedo, por otro, infundirán más coraje. Espero que cada vez más personas entiendan que así, no se puede seguir adelante”.