Aceh, adolescentes azotados: nada de caricias en público

El castigo fue infligido a una pareja, dando 17 azotes a cada uno. Cerca del 98% de los cinco millones de habitantes de Aceh son musulmanes. La sharia comenzó a regir alrededor del 2005, luego de un acuerdo de paz. Una nueva normativa prohíbe los castigos corporales en público, pero la medida aún no fue difundida. 


Yakarta (AsiaNews/Agencias) – Las autoridades de Banda Aceh, ciudad cabecera de la provincia indonesia de Aceh –“territorio especial” de la isla de Sumatra, donde rige la sharia-, hoy ordenó la fustigación pública de una pareja de adolescentes que fueron sorprendidos intercambiando caricias efusivas en público. Según la ley islámica, “las caricias” forman parte de una serie de delitos (como los juegos de azar, el consumo de bebidas alcohólicas y las relaciones extraconyugales) punible con un número específico de azotes aplicados con una vara. Frente a cientos de ciudadanos exultantes, el justiciero aplicó a la joven pareja, ambos de 18 años, 17 azotes a cada uno. Los jóvenes ya habían pasado algunos meses en prisión.  

Cerca del 98% de los cinco millones de habitantes de Aceh son musulmanes. La sharia comenzó a regir alrededor del 2005 luego de un acuerdo de paz entre Yakarta y el Movimiento para la liberación de Aceh (GAM), un grupo separatista islámico. Quienes no son musulmanes normalmente pueden optar si ser castigados o no bajo la ley islámica y tal vez eligen una dolorosa fustigación para evitar un largo proceso judicial y la prisión.

En abril del año pasado, la región, la única que sigue la ley islámica en el país musulmán más poblado del mundo, aprobó un reglamento que establece que los condenados deben ser azotados entre los muros de la prisión. “Esta (ley) es para aplacar la protesta, para amortiguar la islamofobia”, declaró entonces el gobernador de Aceh, Irwandi Yusuf. “No queremos –prosiguió- que esta interfiera con los asuntos externos (de Indonesia)”. A pesar de ello, a nivel local, las autoridades continúan recurriendo a la fustigación pública como medida punitiva corriente, tal como sucedió con la pareja de jóvenes en cuestión.