Tokio, el 2018 marcó un récord de abuso de menores, con más de 80.000 víctimas

Sufrieron por violencia psicológica 57.326 niños. Los que padecieron abusos físicos fueron 14.821, y 7.699 niños fueron abandonados por sus progenitores. Las víctimas de abusos sexuales sumaron 258. Los casos de violencia doméstica fueron 77.482: registran un incremento por 15to año consecutivo. Desde el 2013, se ha quintuplicado el número de víctimas masculinas. 


Tokio (AsiaNews/Agencias) – En 2018, las fuerzas del orden y los centros de asesoramiento para la infancia distribuidos en el territorio nacional registraron una cifra récord con más de 80.104 casos de maltrato ejercidos sobre menores de 18 años de edad. El dato implica un aumento del 22,4% en comparación al año anterior. Es lo que revelan las últimas estadísticas publicadas por la Agencia Nacional de Policía (NPA).  

El número de abusos sobre menores ha aumentado año a año desde que la NPA comenzó a relevar estos datos por primera vez, en 2004. Los funcionarios también han confirmado el récord de 77.482 casos de violencia doméstica, que muestran un incremento por 15to año consecutivo.

El año pasado, cerca del 70% de las víctimas de maltratos –es decir, 57.326 niños- sufrió situaciones de violencia psicológica bajo la forma de abuso verbal o negligencia. Los niños que sufrieron abusos físicos fueron 14.821, en tanto 7.699 fueron abandonados por sus progenitores o atendidos de manera inadecuada. Las víctimas de abusos sexuales son 258.

La policía ha indagado acerca de la naturaleza criminal de los maltratos en 1.355 casos: hay 1.075 investigaciones en curso por abusos físicos; 223 por abusos sexuales; 34, por violencia psicológica; 23, por abandono de menores.

En los casos de violencia doméstica descubiertos por la policía, las mujeres constituyen las víctimas en aproximadamente el 80% de las circunstancias. Sin embargo, las autoridades resaltan un llamativo aumento en el número de víctimas masculinas: los 15.964 casos reportados en 2018 quintuplican el número de casos denunciados en 2013.

En julio del año pasado, el caso de la pequeña Yua Funato, abandonada por la negligencia de sus padres y muerta por una neumonía con apenas cinco años de edad, dejó consternada a la sociedad japonesa. Para Mons. Tarcisio Kikuchi, arzobispo de Tokio, semejantes tragedias se constatan a causa de la destrucción y la soledad de los jóvenes y de las familias japonesas. Los expertos coinciden en que el aislamiento de la sociedad y la pobreza se cuentan entre las primeras causas de abuso infantil.