Mindanao, el Bangsamoro pasa a manos de los ex rebeldes del MILF

Al Hajj Murad Ebrahim, presidente del grupo, guiará el proceso de transición política de la BARMM, la región autónoma islámica. Esta abarca cinco provincias, tres ciudades y 63 aldeas de la isla meridional. Duterte: “Se ha concluido el camino de la paz”.  


Manila (AsiaNews) – El presidente filipino Rodrigo Duterte ha entregado las riendas de la nueva Región Autónoma de Bangsamoro, en el Mindanao musulmán (BARMM) a Al Hajj Murad Ebrahim (foto), líder del Moro Islamic Liberation Front (MILF). Ayer, en Manila, Duterte presenció la ceremonia simbólica de juramento, con la cual Murad asumió el cargo de Jefe de Ministros interino. De ahora en más, competerá al MILF –que por décadas ha combatido una sangrienta batalla por la autonomía, con 150.000 muertos desde los años ’70- garantizar la paz y la estabilidad en el territorio de la isla de Mindanao habitado por una población mayoritaria islámica.

Murad guiará al equipo compuesto por 80 personas de la Bangsamoro Transition Authority (BTA), que gobernará las cinco provincias de la región hasta que se llame a elecciones –de modo de establecer los miembros regulares de su parlamento- en el 2022.  La BARMM fue creada una vez que quedó ratificada la Bangsamoro Organic Law (BOL), producto de negociaciones entabladas entre Manila y el MILF. Mediante un proceso articulado en dos llamados (21 de enero y 6 de febrero de 2019), un referéndum sancionó que la nueva región estará compuesta por las provincias de Lanao del Sur, Maguindanao, Basilan, Sulu y Tawi-Tawi, y con ellas, las ciudades de Marawi, Lamitan, Cotabato y 63 aldeas de la Provincia de Cotabato (ex Cotabato del Norte).

Los musulmanes de Mindanao llegaron al momento de la votación divididos. La opción del MILF, expresión del grupo étnico de los Maguindanao, que encabeza una fase de transición política que ya lleva tres años, ha alimentado el descontento de las demás etnias islámicas. Es el caso de los Tausug, que han declarado que prefieren el ordenamiento federal, y de los Maranao. Los temores, sobre todo en materia de libertad religiosa, han alimentado una desconfianza inicial hacia la ley por parte de los cristianos. Sin embargo, a cuatro días de la votación, los líderes católicos de Mindanao han expresado su apoyo al proyecto autonomista, definiendo a la BOL como “la última oportunidad para [lograr] una paz justa y duradera en Mindanao”.

Ambos, Duterte y Murad, han expresado la esperanza de que la autonomía de los musulmanes pueda contribuir a hacer frente al avance del extremismo islámico en Mindanao. “El camino hacia la paz puede ser largo y duro, pero estoy contento de que finalmente hayamos llegado a la meta final”, declaró Duterte al término de la ceremonia. “[La BARMM] será la realización de todos nuestros sueños y pondrá fin a largas décadas de lucha armada, que han impedido el crecimiento de la región, [una región] que yo considero, también, como mi hogar”.