Venezuela es un banco de prueba para las ambiciones globales de China
de Emanuele Scimia

Beijing quiere mantener un pie en América latina, el “patio geopolítico” de Washington. Pero tratar con un régimen disfuncional como el venezolano es un juego arriesgado para los chinos, que podrían enfrentar desafíos similares a lo largo de la nueva Vía de la Seda.

 


Roma (AsiaNews)- El pueblo de Venezuela continúa sufriendo por la falta de comida, de agua, de remedios y ahora también de electricidad. De hace 5 días, de hecho, hay un bloqueo casi total, que causa tantas muertes, sobre todo en los hospitales, que sin electricidad ni remedios están paralizados. Mientras tanto se intensifica la contraposición entre el presidente Nicolás Maduro y el líder de la oposición Juan Guaidó. EEUU y China están interesados- por motivos diversos- para resolver la crisis. A continuación el análisis de un experto.

China hasta ahora negó haber iniciado contactos con la oposición apoyada por los EEUU en Venezuela, donde crece la protesta contra el presidente Nicolás Maduro, un socio ideológico de Beijing en América Latina.

Los líderes chinos sostuvieron en varias ocasiones que la actual controversia debería ser resuelta en conformidad con la Constitución y las leyes venezolanas, además del cuadro de la carta de las Naciones Unidas. El pasado 8 de marzo, al margen de la sesión anual del Parlamento chino, el ministro de Exteriores, Wang Yi invitó a los actores “externos” (o sea los EEUU) a no intervenir en los asuntos domésticos de la nación del Caribe.

Pero Wang abrió una parcial apertura a las fuerzas de la oposición venezolana guidas por Juan Guaidó, el autoproclamado presidente interino del país y jefe de la Asamblea nacional. El diplomático chino, de hecho, afirmó que China continuará trabajando por un acuerdo político entre las dos partes en lucha.

El cambio de régimen se convirtió en una oposición real en las últimas semanas en Venezuela, donde los chinos tienen importantes intereses políticos y económicos.

Guaidó acusó a Maduro de haber falsificado las elecciones presidenciales del año pasado, culpándolo a él y a sus acólitos por los problemas económicos y humanitarios que afligen al país. Las ayudas financieras y las inversiones de China- junto al apoyo político y económico de Rusia- ayudaron al régimen social-populista venezolano a permanecer en vida, contribuyendo a la catástrofe en curso.

China estrecha relaciones con Venezuela ya desde la subida al poder en 1999 de Hugo Chávez, el hombre fuerte del país, desaparecido en 2013. Según las estimaciones del American Enterprise Institute, el gigante asiático invirtió 21 millardos de dólares en el Estado latinoamericano en los últimos 15 años, entre los cuales, 12,7 millardos en el sector energético. Venezuela tiene las mayores reservas de petróleo del mundo y las entradas petrolíferos constituyen cerca del 98% de los ingresos generados por su exportación, reporta la Organización de los países exportadores de petróleo (OPEC).

China también es el primer socio comercial de Venezuela después de los EEUU- su intercambio fue de 6,3 millardos de dólares en 2017. Lo que más cuenta es que los chinos le prestaron cerca de 65 millardos de dólares al régimen venezolano desde 2007. Gran parte de estos préstamos fueron devueltos con provisiones de petróleo, pero según diversas fuentes Caracas tendría aún deudas por 20 millardos.

La “no interferencia” en las cuestiones internas de otro Estado es un principio clave de la conducta exterior chino, pero hay diversos motivos por los cuales China hasta ahora mantuvo un bajo perfil en lo que se refiere a la crisis en Venezuela.

Beijing está consciente que su influencia en el hemisferio americano podría reducirse no en el emerger de un gobierno venezolano apoyado por los EEUU. Los líderes chinos hasta ahora han apoyado a los regímenes de Chávez y Maduro esencialmente porque éstos se mostraron dispuestos a colocarse contra EEUU- y lo mismo podría valer, por ejemplo, para el régimen sandinista en Nicaragua.

China arriesgaría perder millardos de dólares si una administración guiada por Guaidó debiese restructurar la deuda soberana de Venezuela. A este propósito, el líder de la oposición ya expresó el deseo de establecer buenas relaciones con la dirigencia china y garantizar la seguridad de las inversiones chinas, sobre todo en el sector petrolífero venezolano, sancionado por la administración Trump el pasado enero.

La situación está en evolución y por el momento China probablemente continuará en apoyar al régimen de Maduro. Su posición podría cambiar en el futuro, pero para conquistar a los corazones y las mentes chinas la oposición en Venezuela debería ir más allá de la mera de confirmar contratos y precedentes compromisos financieros.

Como subrayan a Asianews, para Zhiqun Zhu, docente de ciencias políticas y relaciones internacionales en la Bucknell University en los EEUU, “China está muy preocupada por el hecho que Guaidó esté apoyado fuertemente por los estadounidenses. Según Zhu es vital para el rival de Maduro asegurar a China que un eventual gobierno suyo asegurará una política exterior independiente y mantendrá un a fuerte relación con ella. De otro modo para Beijing será difícil apoyarlo.

Si la facción de Guaidó debiese ganar terreno, China se encontraría frente al dilema si continuar o no apoyando a Maduro. En este sentido, Venezuela se convirtió en un banco de prueba para las ambiciones globales de Beijing, que podría encontrarse en enfrentar desafíos tales en otros lados.

La Belt and Road Initiative, el megaproyecto de China para mejorar los canales comerciales en el espacio euroasiático y en África, además de reforzar su peso geopolítico en todo el mundo, ve la participación de países disfuncionales y corruptos que han beneficiado de enormes inversiones y préstamos chinos.

De hecho hay muchas “Venezuela” a lo largo de las Nuevas Vías de la Seda que podrían hacer descarrilar la ambiciosa política exterior de Beijing.