Beijing, contra la ONU: Masood Azhar no es terrorista. La Ruta de la Seda, a salvo

El gobierno chino utiliza una “suspensión técnica” para ganar otros nueve meses de tiempo. Los EEUU, Gran Bretaña y Francia –presionados por Delhi- querían que se incorporase al radical islámico pakistaní en la lista de terroristas a nivel mundial. Esto habría permitido el congelamiento de sus bienes.  


Nueva York (AsiaNews/Agencias) – Por cuarta vez en pocos años, en el seno del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, China ha bloqueado el pedido de incorporar el nombre de Masood Azhar en la lista de terroristas a nivel mundial. Se trata de la cabeza del grupo fundamentalista islámico pakistaní Jaish-e-Muhammed (JEM) que el 14 de febrero pasado perpetró el atentado más sangriento de que se tenga memoria contra el ejército indio, en Cachemira, matando a 44 personas. El ataque ha hecho que India y Pakistán se precipitasen al borde de una nueva guerra.

Ayer, la solicitud fue rechazada durante una reunión del Consejo en Nueva York. La iniciativa fue impulsada por los Estados Unidos, Francia y Gran Bretaña –presionados por el gobierno de Delhi- que presentaron la moción el 27 de febrero pasado. Los diplomáticos chinos rechazaron el reclamo poco antes de que se venciera el término, anteponiendo una “suspensión técnica” que la hará ganar otros nueves meses para poder arribar a una decisión.

La delegación china sostiene que no contó con tiempo suficiente como para examinar el reclamo y por ende considera que su veto constituye una “conducta responsable”. Por su parte, el gobierno de la India ha condenado la posición china y afirma que “se hará todo lo necesario para asegurar que se haga justicia con los líderes terroristas implicados en los odiosos ataques contra nuestros ciudadanos”.

La inclusión de Azhar en la lista de la ONU donde se enumeran los “patrocinadores del terrorismo internacional” habría permitido el congelamiento de los bienes del grupo además de un embargo sobre la posibilidad de efectuar viajes y comprar armamento. Con anterioridad, Beijing bloqueó la votación relativa a Azhar en tres ocasiones: en 2009, 2016 y 2017.

Según los expertos, el veto chino ha puesto a salvo los intereses de Beijing en Pakistán, su fiel aliado. De haber hecho lo contrario, cediendo a las presiones internacionales, la decisión le habría acarreado un alto costo –en  términos de seguridad- para las infraestructuras de la Nueva Ruta de la Seda que se levantan en suelo pakistaní.