Los manifestantes llevaban una venda negra en la boca. El objetivo de la protesta fue demostrar que la población no apoya ningún tipo de ataque a los lugares de culto, sean éstos iglesias o mezquitas.
Daca (AsiaNews) – Cientos de hindúes, budistas y cristianos de Bangladés se unieron para condenar las masacres perpetradas durante el día de Pascua en tres iglesias y tres hoteles de Colombo. Hoy, más de 300 personas participaron en una protesta silenciosa en el área de Shahbagh, en Daca. El signo distintivo fue una cinta negra cubriendo la boca de los manifestantes. Hablando por ellos, los carteles y pancartas desplegados, mostraban leyendas como “Basta de asesinar”, “Detengamos el genocidio”, “Salvemos a la humanidad”, “Abajo los terroristas nacionales e internacionales”.
La manifestación estuvo organizada por la Bangladesh Christian Association y por el Bangladesh Hindu Buddhist Christian Unity Council. Se sumaron a ellos jóvenes, activistas e incluso niños. En tanto, el cuerpo del pequeño Zayan Chowdhary -sobrino del líder de la Awami League, el Sheikh Fazlul Karim Selim- muerto en los atentados, llegó al suelo de Bangladés y fue sepultado. Los dos, junto al padre del niño que resultó herido, se encontraban en uno de los tres hoteles atacados por los kamikazes.
En diálogo con AsiaNews, Rana Das Gupta, secretario general del Bangladesh Hindu Buddhist Christian Unity Council, afirma: “Hemos notado que los grupos fundamentalistas islámicos locales e internacionales han aumentado luego de la Revolución Soviética. Los atentados ocurridos en Sri Lanka y en Nueva Zelanda no son episodios separados. Es un problema global”. El activista hindú prosigue: “Como minoría religiosa que somos, estamos muy preocupados. En todo el mundo, las minorías se han convertido en víctimas de atentados terroristas cometidos por radicales. En Bangladés, las minorías religiosas no están a salvo. Para resolver este problema, los líderes mundiales debieran sentarse a una mesa y discutir sobre esto, para llegar a una solución”.
El Ven. Bhikkhu Sunandapriya, secretario general de la Bangladesh Buddhist Federation, agrega: “No tengo palabras para condenar estos horrendos y mortíferos ataqus contra la población de Sri Lanka en el Domingo de Pascua, y tampoco para expresar mi profundo dolor por la pérdida de vidas inocentes y preciosas. Los líderes religiosos deben asumir sobre sí la responsabilidad de enseñar a los fieles a condenar la violencia religiosa”.
En el evento también participaron 24 jóvenes católicos. Patrick Purification, presidente del Bangladesh Catholic Students’ Movement, declara: “Queremos la paz en el mundo. Generar el [sentido] de humanidad en el corazón de las personas es la verdadera necesidad que urge en este momento”.
Para Nirmal Rozario, presidente de la Bangladesh Christian Association, el objetivo del evento fue “demostrar que la población de Bangladés no apoya ningún atentado a los lugares de culto. Queremos una nación y un mundo pacíficos. Las personas deben dialogar en vez de cometer ataques. Quien sea que sostenga a los militantes, debe ser arrestado y hay que asegurar que se haga justicia”.