Descontentos y aplausos, frente a los proyectos de la Nueva Ruta de la Seda
de Wang Zhicheng

Caos en la organización, un bozal impuesto a los medios y una cobertura que solo brindó espacio a Xi Jinping. Los proyectos-piloto que muestran las bondades de la Belt and Road Initiative: los puertos del Pireo y de Gwadar (Pakistán); los ferrocarriles que alcanzan el territorio de Europa y del Sudeste asiático. Pero no están ausentes los problemas vinculados a la polución y a la corrupción.  


Beijing (AsiaNews) – Tras la conclusión del segundo Fórum sobre la Belt and Road Initiative (BRI), que se cerró el 27 de abril pasado, persiste el descontento en una parte de los participantes. Muchos de ellos afirman que la organización del Fórum y el momento del calendario elegido han mostrado carencias, con encuentros que se hacían esperar por horas, y otros lanzados de manera improvisada. Otra queja tiene que ver con el estrecho control implementado sobre los medios: a ningún representante chino se le permitía comentar los datos y los proyectos del BRI; no había medio que pudiera hablar de la guerra de aranceles entre los EEUU y China; la única -y amplia- cobertura del evento se centró en el discurso de Xi Jinping.

Compensando este vacío, al final del Fórum se difundió una declaración común firmada por Beijing y 37 países en la que se exalta un determinado número de proyectos vinculados a puertos y ferrocarriles que debieran ser los grandes símbolos del BRI. China espera usarlos a modo de ejemplo, para vencer la desconfianza que se respira en el mundo y para mostrar que la BRI puede conducir a buenos y veloces resultados para las poblaciones locales y para los inversionistas.

Entre los proyectos enarbolados como símbolo figuran el puerto de Pireo (Grecia) y el de Gwadar (Pakistán). Según varios expertos, el puerto griego tiene la posibilidad de convertirse, para China, en una “puerta a Europa”. Desde el 2016, Beijing posee el 67% de las acciones del puerto, que ha pasado a ser el 36to en el mundo. En el año 2008 dicha escala portuaria se ubicaba en el puesto número 93. En lo que respecta al puerto de Gwadar, éste debiera ser la joya de la corona de los proyectos contemplados en la BRI, pero la financiación china está siendo investigada debido a sospechas de corrupción. El nuevo mandatario paquistaní, Imran Khan, electo el año pasado, desea hacer una revisión del proyecto.  

En la lista de los proyectos-piloto hay varios ferrocarriles programados. Ante todo, el China Railway Express, que conectaría la metrópoli de Chongqing con Londres. Lanzado en el 2011, en el futuro, el recorrido tocará 60 ciudades chinas y 50 ciudades de Asia Central y de Europa. Se estima que en esta línea viajarán por semana cuando menos 14.000 trenes de transporte de mercaderías.

Sin embargo, el proyecto es visto con malos ojos por parte de algunos países europeos, a causa del impacto ambiental que supone.

Otro proyectos citados son el ferrocarril China-Laos, los ferrocarriles de China-Tailandia, Hungría-Serbia y el tren de alta velocidad Yakarta-Bandung. No se menciona en ningún momento el proyecto East Coast, en Malasia. El premier Mahathir Mohamad había amenazado con cancelar el acuerdo firmado por el gobierno anterior, a causa del alto costo del proyecto. Durante el mes en curso se estableció un nuevo acuerdo: Beijing aplicó una rebaja del 30% sobre los precios.