La sonda Chang’e y el ‘Conejo de jade’ descubrieron fragmentos históricos de la Luna

En la superficie se descubrió un tipo de mineral,  el olivino, que normalmente se encuentra a mayor profundidad. Un asteroide debió haber chocado con Luna, arrastrando el mineral hacia la superficie. Además de la corteza, la Luna posee un manto.


Beijing (AsiaNews) – La sonda Chang’e 4, que arribó a la superficie de la Luna en enero pasado, y el instrumento de exploración Yutu (“Conejo de jade”) han confirmado la hipótesis sobre el modo en que se formaron algunos cráteres de la Luna. Ello ha sido posible porque la nave Chang’e 4, por primera vez, alunizó sobre la cara oculta del satélite terrestre, que es la más rica en cráteres.

Los hallazgos fueron publicados en el último número de Nature.

Durante su primera misión, Yutu descubrió un mineral verdoso, el olivino, en la superficie de la luna. Normalmente, este tipo de mineral se encuentra a gran profundidad. Los análisis ulteriores han mostrado que dicho mineral provenía de un cráter ubicado a 72 km de distancia.

Los científicos establecieron que el mineral fue lanzado a tal distancia tras un violento impacto de un asteroide sobre la superficie lunar. Se estima que el asteroide tenía unos 170 km de longitud y que formó lo que se conoce como la cuenca “Polo Sur - Aitken”.  

El hallazgo de olivino en la superficie es una confirmación de que la Luna -al igual que la Tierra- posee una corteza y un manto subyacente, cuyo espesor aún sigue siendo desconocido. Se calcula que el impacto del asteroide con la Luna se produjo hace 3,9 millardos de años.