Sindh, veterinario hindú acusado de blasfemia: incendiada su clínica

El médico trabaja en el pueblo de Phuladiyon. Un cliente suyo lo denunció al imán local por haber “envuelto los remedios en las páginas de un texto islámico”. La víctima arriesga la pena de muerte.

 


Islamabad (AsiaNews/Agencias) – Un médico veterinario hindú fue incriminado por blasfemia con la acusación de haber “envuelto los remedios en las páginas de un texto que contenían versículos del Corán. La acusación desencadenó violentas protestas en el pueblo en el cual el médico reside, Phuladiyon, a unos 40 Km de distancia de Mirpurkhas (en la provincia de Sindh). La multitud incendió la clínica veterinaria y otros negocios pertenecientes a la comunidad hindú. Por precaución, los agentes han tomado en custodia al médico para salvarlo de la ira de la masa.

Por su parte, el veterinario rechaza todas las acusaciones: él sostiene que se ha “tratado todo de un error” y que no se dio cuenta que los libros utilizados por él eran textos religiosos escolares. Pero, ahora arriesga la cadena perpetua, pero además puede llegar hasta la pena de muerte, dado que la denuncia fue registrada en base de los artículos 295-A y 295-B del Código penal paquistaní, conocidos más comunmente con el nombre de “leyes sobre la blasfemia”, que castigan a cualquiera se manche de insulto al profeta Mahoma.

Los incidentes sucedieron el 27 de mayo, Saqib Ismail Memon, jefe de la policía local, reporta que la multitud intentó agredir la estación de policía, procurando daños al portón principal. A continuación los agentes tomaron bajo su custodia a 6 sospechosos de haber incendiado las propiedades del hombre hindú.

Phuladiyon es un área habitada por cerca de 6 mil personas hindúes, mientras que Pakistán es en su mayoría musulmana. La denuncia contra el médico fue presentada por el imán local, Mohammad Ishaq Nohri, bajo indicación del hombre que había recibido los remedios para el ganado. Según el imán, el veterinario habría usado páginas de textos religiosos islámicos en un modo intencional y lo acusó argumentando que en la clínica habría encontrado muchos libros desmembrados.

En Pakistán la blasfemia es castigada con la pena de muerte y la simple sospecha de ofensas al profeta podría desencadenar la reacción de los musulmanes más radicales. Análisis reportan que desde 1990 son al menos 65 las personas asesinadas por los “vigilantes del Corán” y muchos fieles de las minorías están encarceladas en espera de juicio. La cuestión más famosa es aquella en la que estaba involucrada Asia Bibi, la madre cristiana que transcurrió 9 años en la prisión esperando una sentencia y fue liberada hace 2 semanas atrás. Los radicales islámicos querían en cambio que fuese ahorcada.