Maldivas, EEUU, China: las primera escalas internacionales del segundo mandato de Modi

Se agendaron encuentros de junio a octubre. El 30 de mayo prestará juramento el nuevo gobierno: hay muchos países invitados, con la excepción de Pakistán. Las Maldivas buscan una alternativa a Beijing, dado que la deuda con China asciende a tres millardos de dólares.  


Nueva Delhi (AsiaNews/Agencias) – Maldivas, del 7 al 8 de junio; Donald Trump, los días 27 y 28 de junio; Xi Jinping – salvo imprevistos – el 11 de octubre: es la agenda de encuentros del segundo mandato del premier indio, Narendra Modi. El nutrido calendario de compromisos internacionales confirma el activismo del líder indio en el campo geopolítico, en un incesante intento de contrarrestar la hegemonía china en el Océano Índico y las amenazas de nuevas sanciones comerciales por parte de los EEUU.

Tal como fuera anticipado por algún que otro analista político luego de las elecciones, la primera escala internacional del premier Modi , reelecto por amplia mayoría, será Malé, la capital de las Maldivas. El archipiélago representa una vidriera importante en las relaciones económicas del área: oprimido por la deuda con Beijing (que asciende a tres millardos) a causa de los acuerdos firmados por el ex presidente, el reciente cambio de gobierno al mando del país ha hecho asomar nuevo actores en el escenario político -ante todo, la vecina India- que quisieran sustituir al gigante chino.

El juramento para el segundo mandato será el 30 de mayo. Para la ocasión, se aguarda la presencia de los líderes de la BIMSTEC (la iniciativa del Golfo de Bengala para la cooperación técnica multisectorial y económica), una organización que comprende a Bangladés, Bután, Myanmar, Nepal, Sri Lanka y Tailandia. El convidado de piedra será Pakistán, el único que no ha sido convocado al encuentro.

Tras la jura, del 7 al 8 de junio, Modi visitará las Maldivas, donde será recibido por el presidente Ibrahim Mohamed Solih. Entre los dos se ha instaurado una estrecha colaboración y simpatía personal. En parte, debido a que Modi ha sido el primer dignatario extranjero en volar al país para felicitar a Solih tras su inesperada elección, en noviembre de 2018. Solih le devolvió la visita en diciembre: en esa oportunidad, Nueva Delhi prometió brindar ayuda económica por un valor de 1,4 millardos de dólares, bajo la forma de apoyos presupuestarios, intercambio de divisas y otorgamiento de líneas de crédito para el desarrollo de programas socio-económicos. Luego, los líderes decidieron trabajar juntos en otros sectores: salud, en particular, para el tratamiento contra el cáncer; asistencia legal en materia de delitos; promoción de inversiones; desarrollo de recursos humanos y turismo.

El segundo encuentro importante previsto en la agenda es el encuentro con el presidente de los EEUU, al margen de la Cumbre del G-20, a celebrarse en Japón. Trump ha sido uno de los primeros jefes de Estado en telefonear a Modi luego de la victoria en las urnas, para expresar la disponibilidad de la Casa Blanca a fin de “reforzar la colaboración estratégica” entre los EEUU y la India (obviamente, en clave anti-china).

El meeting más dudoso es aquél agendado en octubre, con el líder del Partido Comunista chino. Según las agencias de noticias de la India, Nueva Delhi habría propuesto una “reunión cumbre informal” en Varanasi, de carácter similar a otro encuentro mantenido con China en abril del 2018. Los temas centrales a tratar son la disputa en torno a la frontera entre los dos países y la guerra de aranceles entre Washington y Beijing, donde esta última apunta a proteger sus productos transportados por mar, a través del Mar de China meridional, que le aportan ganancias por una valor de 3.5 billones de dólares al año.