Siria, Tierra Santa, Oriente Medio y Ucrania en el encuentro de Francisco con los participantes en la 92da asamblea plenaria de la Reunión de las Opere de Ayuda a las Iglesias Orientales (R.O.A.C.O.). “Un pensamiento insistente me acompaña pensando en Irak, donde quisiera ir el año próximo”.
Ciudad del Vaticano (AsiaNews)- Preocupado por la situación que se vive en Siria, entristecido por la angustia de cuántos escapan de las guerras y carestías y encuentran los puertos cerrados, el Papa Francisco “tantas veces” piensa “en la ira de Dios que se desencadenará… con aquellos responsables que hablan de paz y venden armas para las guerras”. El encuentro en la 92da asamblea plenaria de la Reunión de las Opere de Ayuda a las Iglesias Orientales (R.O.A.C.O.) fue la ocasión para el Papa Francisco para hacer un balance sobre las diversas realidades de la Iglesias Orientales, a partir de Tierra Santa y Oriente Medio, pero sin olvidar las situaciones como Ucrania.
“En estos días- dijo en efecto- las intervenciones de los representantes pontificios de algunos países, como también de los relatores que han sido elegidos, os ayudarán a poneros en escucha del grito de muchos que en estos años se les robó la esperanza:
Una vez más, pienso con tristeza en el drama de Siria y en las densas nubes que parecen reinar sobre ella en algunas zonas que siguen siendo inestables y en las que el riesgo de una crisis humanitaria aún mayor sigue siendo alto. Los que no tienen comida, los que no tienen atención médica, los que no tienen escuela, los huérfanos, los heridos y las viudas levantan sus voces que elevan a lo alto sus voces. Si son insensibles los corazones de los hombres que, sin embargo, si no es escuchado por los hombres, es escuchado por Dios, herido por el odio y la violencia que se puede desencadenar entre sus criaturas, siempre capaz de conmoverse y de cuidarlas con la ternura y la fuerza de un padre que protege y guía”.
“En ocasiones también pienso en la ira de Dios que se desencadenará contra los responsables de los países que hablan de paz y venden armas para hacer estas guerras. Esa hipocresía es pecado”.
“Un pensamiento insistente me acompaña cuando pienso en Irak, para que pueda mirar adelante por medio de la pacífica y común participación en la construcción del bien común de todos los componentes, también religiosos, de la sociedad, y no recaiga en las tensiones que proceden de los interminables conflictos de las potencias regionales”.
“Y no me olvido de Ucrania, “para que su población pueda encontrar la paz, cuyas heridas he tratado de reducir con la iniciativa caritativa a la cual muchas realidades eclesiales han contribuido”.
“En Tierra Santa espero que el reciente anuncio de una segunda fase de estudio de las restauraciones del Santo Sepulcro, que contemplan uno al lado de la otra las comunidades cristianas del Statu quo, se acompañen de esfuerzos sinceros de todos los actores locales e internacionales para que se le sume una pacífica convivencia en el respeto de todos aquellos que viven en aquella Tierra signo de la bendición del Señor”.
Y Francisco volvió a pensar en lo migrantes. “Gritan las personas en fuga hacinadas en barcos, en busca de esperanza, sin saber en qué puerto los acogerán, en una Europa que, en cambio, abre los puertos a las embarcaciones que deben cargar sofisticados y costosísimos armamentos capaces de producir devastaciones que no ahorran ni siquiera a los niños. Esta es la hipocresía de la cual hablé”.
“Junto al lamento y al llanto, sentirán en estos días voces de esperanza y consolación: son los ecos de aquella incansable obra de caridad que se hace posible también a través de cada uno de vosotros y los organismos que representan. Manifiesta el rostro de la Iglesia y contribuye a mantenerla viva, en particular, alimentando la esperanza para las jóvenes generaciones”. Los jóvenes tienen el derecho de sentirse anunciar la palabra fascinante y exigente de Cristo y como hemos tenido modo de compartir durante la Asamblea del Sínodo de los obispos del pasado mes de octubre, cuando encuentran un testimonio auténtico y creíble no tienen miedo en seguirlo y de preguntarse sobre su propia vocación”. “Les ruego de continuar y aumentar el compromiso para que en los países y en las situaciones que apoyen a los jóvenes para que puedan crecer en humanidad, libres de colonizaciones ideológicas, con el corazón y la mente abiertas, apreciando las propias raíces nacionales y eclesiales, deseosos de un futuro de paz y de prosperidad, que no deje atrás a ninguno y a nadie discriminen”
Francisco al final recomendó: “Es importante el llamamiento a dar a conocer el Documento firmado en Abu Dhabi junto con el Gran Imán de Al-Ahzar
,“una buena alianza para el futuro de la humanidad contenida en él", y a preservar realidades como las escuelas y universidades que, por ejemplo en El Líbano, representan "auténticos laboratorios de convivencia y palestras de humanidad a los que todos fácilmente puedan tener acceso.
El programa de los trabajos de la asamblea prevé para mañana “algunas consideraciones sobre la situación de las Iglesias en India y Etiopía. Una nota de la Congregación para las Iglesias Orientales hace conocer que “será también objeto de atención la situación eclesial en Tierra Santa, verificando mientras tanto las ayudas gracias a los ingresos de la Colecta del Viernes Santo”. Luego será objeto de reflexión Ucrania.
“El día 12 estará totalmente dedicado a la reflexión sobre el tema “ Jóvenes: vocación y formación para la Iglesia y para la sociedad”. Los trabajos de la Plenaria terminarán con el Steering Committee Meeting previsto para la la noche del miércoles.