El Consejo de Europa levanta las sanciones contra Rusia

Los representantes rusos podrán participar y votar. El organismo europeo centra su interés en los derechos del hombre y en el estado de derechos, y reúne a parlamentarios de 47 naciones. La salida de Rusia habría significado que los ciudadanos rusos ya no podrían dirigirse a la Corte Europea de Derechos Humanos, ligada al Consejo de Europa. Sin embargo, hay quien sospecha que las sanciones fueron retiradas a fin de que Moscú continúe girando anualmente su cuota de participación: 33 millones de euros.   

 


Estrasburgo (AsiaNews/Agencias) – Anoche, la Asamblea parlamentaria del Consejo de Europa votó a favor de la cancelación de las sanciones que regían contra Rusia, permitiendo que los participantes de ese país recuperen su voz y voto en la Asamblea. 

El Consejo de Europa, distinto de la Unión Europea, es una institución que se ocupa de los derechos humanos y del estado de derecho, y reúne a parlamentarios de 47 naciones. Las sanciones -que no son de naturaleza económica- habían sido aplicadas contra Moscú en el 2014, luego de la anexión de Crimea y la guerra desatada en el Donbass. A raíz de ellas, Rusia quedó suspendida de su participación en la Asamblea, con la amenaza de una salida permanente, y poniendo freno a su cuota de participación, estimada en 33 millones de euros, suma que representa el 10% del presupuesto total de la institución. 

La salida permanente de Rusia hubiera culminado en la imposibilidad, para los ciudadanos rusos, de apelar a la Corte Europea de Derechos Humanos, ligada al Consejo de Europa. 

La ministro francesa Amélie de Montchalin, actual presidente del organismo, explicó que la institución -que este año festeja sus 70 años- se preocupa por los derechos humanos y que por este motivo se procedió a retirar las sanciones. La moción sobre la cancelación obtuvo 118 votos a favor, 62 en contra y 10 abstenciones. 

Entre los que se opusieron a la medida se cuentan los parlamentarios ucranianos, británicos y de Europa oriental. 

Según los medios rusos, el fin de las sanciones es una “victoria simbólica”, que podría prefigurar otras, como la culminación de las penalidades económicas impuestas por la Unión Europea.

Sin embargo, también hay fuertes críticas respecto a esta medida en el seno del Consejo. En un foro de Le Monde, el historiador Antoine Arjakovsky, del Instituto de estudios ecuménicos de Lviv (Ucrania) denunció la decisión, la cual calificó como un “suicidio colectivo” de los ideales del Consejo, a cambio de 33 millones de euros.