Se frena la economía china: jamás estuvo tan mal desde 1992

El segundo trimestre del 2019 marca un récord negativo: el PBI crece a un 6,2% anual. Se trata de una desaceleración del 0,2% respecto al primer trimestre del año. Pesa la guerra comercial con los Estados Unidos. 

 


Beijing (AsiaNews/Agencias) – Brusco freno para la economía china, que en el segundo trimestre del 2019 ha registrado un crecimiento anual del PBI equivalente al 6,2%. Se trata de una caída del 0,2% en comparación a los tres primeros meses del 2019. Los analistas coinciden en remarcar el impacto que está teniendo la guerra comercial con los Estados Unidos.

Al publicar los datos, la Oficina Nacional de Estadísticas explicó que la economía china se encuentra afrontando una situación compleja con una “creciente incertidumbre en el ámbito externo”. 

Sin embargo, la producción industrial, considerando solamente el mes de junio, aumentó un 6,3% con respecto al año anterior. Un factor que ha incidido notablemente es la producción diaria de acero bruto y aluminio, que alcanzaron niveles récord. Las ventas minoristas aumentaron un 9,8%, marcando el ritmo más veloz desde marzo del 2018.

El resultado fue logrado gracias al aumento (+17,2%) en las ventas de automóviles. Sin embargo, algunos analistas ponen en duda este aparente repunte de la producción y de las las ventas del sector automotriz. Fundamentalmente, porque las concesionarias de China están ofreciendo importantes descuentos a los clientes, a fin de reducir los elevados stocks, acumulandos a causa de los estándares sobre las emisiones contaminantes del rubro automotor, que están cambiando. 

En realidad, la producción de vehículos cayó un 15,2%, marcando la undécima disminución consecutiva, lo cual sugiere que la industria automotriz no espera un repunte sostenido de la demanda. 

El economista Tom Rafferty explica: “La incertidumbre provocada por la guerra comercial entre EEUU y China es un factor importante y pensamos que esto persistirá, a pesar de la reciente tregua arancelaria. Las empresas siguen siendo escépticas sobre el hecho de que los dos países puedan llegar a un acuerdo comercial más amplio, y reconocen que las tensiones comerciales podrían degenerar nuevamente”.