Xi Jinping vuelve a Mao para consolidar su poder
de Willy Wo-Lap Lam

La vuelta a las “aspiraciones originales” del Partido es el nuevo eslogan lanzado por el “presidente vitalicio” para someter a los cuadros bajo su dominio. Sin embargo, la ‘guerra de aranceles’ y la economía interna amenazan el éxito de su política.  

 


Hong Kong (AsiaNews) – El retorno a las “aspiraciones originales” del Partido es el nuevo eslogan lanzado por el “presidente vitalicio” para doblegar a los cuadros y someterlos a su dominio, cada vez más incuestionable. Es la tesis sostenida por el Prof. Willy Wo-Lap Lam, docente de la Chinese University de Hong Kong (CUHK) y autor de varios ensayos sobre China. En tanto, la “guerra de aranceles” y una economía interna que no prospera amenazan la retórica de su poder absoluto.  A continuación, brindamos su análisis, por gentileza de la Jamestown Foundation. (Traducción de AsiaNews).

 

Introducción

Beijing se está preparando para ser anfitrión de importantes eventos y aniversarios en los meses venideros. El primero de ellos será el retiro anual de líderes de primera línea en el complejo turístico de Beidaihe, a principios de agosto, cuando los actuales miembros del Politburó del Partido Comunista Chino (PCC) se encuentren con los cuadros retirados -en particular, con los antiguos afiliados al Comité Permanente del Politburó (CPB) (Financial Review, 19 de agosto, 2016; SCMP, 8 agosto, 2018). El próximo paso será un desfile militar de una escala sin precedentes el 1o de octubre, cuando los líderes conmemoren el 70º aniversario del establecimiento de la República Popular China (RPC). Se espera que el desfile del 1o de octubre incluya equipamiento militar de última generación, como el misil balístico intercontinental Dong Feng 31AG y el avión de combate J-20. También se exhibirán vehículos súper sofisticados del ambicioso programa de exploración espacial de China (Ming Pao [Hong Kong], 19 de julio). Los planes preliminares para una celebración potencialmente mayor -el centenario del PCC, a mediados del 2022-  ya están siendo delineados. 

En medio de semejantes preparativos -y de cuestiones trascendentales, como las conversaciones comerciales con los Estados Unidos- el Secretario General del PCC, Xi Jinping, ha hecho un llamamiento a los miembros del Partido para que se adhieran a los ideales de la historia del Partido y de la praxis comunista. En este sentido, el tono asumido por el Presidente Xi no evoca el futuro: sino que más bien, mira al pasado, mientras el principillo de 66 años  recalca cuán imperativo es que los miembros del PCC mantengan las "aspiraciones originales" (初心, chuxin) del Partido, aquellas de los inicios de su historia. Este término fue ampliamente destacado durante la gira de inspección que Xi realizó en el Interior de Mongolia a mediados de julio. En la visita, un eslogan oficial que se popularizó fue “no olvides tu chuxin y recuerda firmemente tu misión” (不忘初心, 牢记使命 / bu wang chuxin, laoji shiming) (Xinhua, 16 de julio).

Las “Aspiraciones originales” del Partido, según la definición de Xi 

Chuxin, uno de los términos más utilizados por Xi, es una alusión a las metas originales del PCC. Estas incluyen servir al pueblo, el redescubrimiento de las orientaciones políticas correctas y originales del partido, la consecución del “socialismo con características chinas” y el fortalecimiento de la “construcción del partido”. Tal como Xi afirmó en su viaje por el Interior de Mongolia, “Debemos tener firmemente en mente nuestro chuxin y nuestra misión e implementar una plataforma de desarrollo que coloque al pueblo como el núcleo [del trabajo del partido].” Si bien el líder supremo fue elocuente al explayarse sobre los "nuevos conceptos de desarrollo", se centró principalmente en "la tarea de estabilizar el crecimiento, impulsar la reestructuración [de la economía], apuntalar el nivel de vida, previniendo riesgos", y señaló que los 70 años de logros del país habían "demostrado plenamente que estamos en lo cierto al avanzar por el camino del socialismo con características chinas". 

Afirmó además que "el PCC se ha ganado el abrazo y el apoyo del pueblo porque nuestro partido,  desde el principio hasta el final, ha velado firmemente por el chuxin y la misión de buscar la felicidad para el pueblo chino y aspirar al gran renacimiento de la nación china". Se jactó de que si los 90 millones de miembros del partido salvaguardan su chuxin, y prometen una lealtad incuestionable a su plana de líderes, el PCC "permanecerá inexpugnable e invencible" (Xinhua, 16 de julio).

En un artículo publicado en julio en la revista teórica del partido Seeking Truth, Xi exhortó a los miembros del partido a "expandir su auto-conciencia y firmeza para fortalecer e impulsar la construcción política del partido" (Qstheory.cn, 30 de junio). Xi citó en reiteradas oportunidades las instrucciones de Mao aludiendo al hecho de “tanto en el este, el oeste, el norte o el centro, el partido provee directivas para todo” (People’s Daily, 15 de julio;  CPCNews, 1o de agosto). Mientras que una generación de reformadores ha abogado por aprender de los aspectos beneficiosos del modelo occidental, Xi ha insistido en lo que Mao llamó "una cosmovisión y metodología dialéctico-materialista". Como ha advertido Xi desde que asumió el poder en 2012, el partido no puede permitirse cometer "errores subversivos" en sus principios políticos y económicos. Los "errores subversivos" pretenden ser una alusión a aquellas teorías y políticas que han traicionado el chuxin maoísta y que, de ser adoptadas, podrían significar el fin del "socialismo con características chinas" (China News Service, 1o de junio, 2018; Xinhua, 8 de octubre, 2013).

¿Qué hay detrás del clamor por el revival del Chuxin comunista?

Dejando de lado las efusivas muestras de confianza, la vuelta de Xi a los valores fundamentales refleja el hecho de que el PCC está topándose con inmensas dificultades. En el frente interno, la economía está pasando por momentos difíciles, y las cifras oficiales de crecimiento para el segundo trimestre de este año (6,2 por ciento) son las más bajas de los últimos 27 años. Los dos nuevos polos de crecimiento potenciales -la alta tecnología y el gasto de los consumidores- enfrentan tiempos difíciles. Las principales empresas de tecnología de la información del país, por ejemplo, están teniendo problemas para obtener componentes básicos de los Estados Unidos y de otros países occidentales. El gasto de los consumidores se está desplomando, en parte debido a un nivel de endeudamiento doméstico sin precedentes, que se estima en un 52 por ciento del producto interno bruto. (HK01.com, 15 de julio ;  South China Morning Post, 21 de marzo).

A nivel global, China está atrapada en lo que muchos comentaristas llaman una nueva "Guerra Fría" con los Estados Unidos, en la que las disputas comerciales, que han provocado que algunas multinacionales se trasladen fuera de China, no son más que una faceta de la colosal confrontación. Las recientes protestas contra Beijing en Hong Kong, han aumentado la preocupación de la plana de líderes respecto a que lo que Xi llama "acontecimientos del cisne negro" -incidentes sociales que se transforman en revoluciones de color a gran escala- puedan aparecer en el continente (China Brief, 20 de febrero; Apple Daily [Hong Kong], 13 junio). La respuesta de Xi a la crisis actual de China es volver al chuxin maoísta.

Sin embargo, los llamados a profesar lealtad al Partido y a reinstalar su chuxin bien pueden ser una forma cínica de Xi para exigir una mayor lealtad hacia sí mismo. Tal como afirmara Xi en una sesión de estudio del Politburó a mediados el 2018, “para defender la dirección del partido, lo más importante es salvaguardar la autoridad de las autoridades centrales del partido (中央, zhongyang) y concentrar y unificar las directivas [en la cúspide]” (People’s Daily, 1o de julio, 2018). De hecho, el “núcleo del partido”, putativamente vitalicio, ha redoblado la apuesta sobre el imperativo de que los zhongyang gocen del derecho a marcar la pauta [en las decisiones más importantes]” (一锤定音, yizhuidingyin) y garantizar que las [controversias] sean resueltas por la autoridad suprema” (定于一尊, dingyuyizun) (Xinhua, 15 de julio; CCTV, 5 de julio). En otras palabras, Xi se arroga una posición de custodio de “la asamblea maoísta, donde suena una sola voz”.  

 

Señales de Oposición, y Amenazas veladas de Xi sobre nuevas Purgas partidarias

Sin embargo, Xi está lejos de tener un control de la autoridad como el que supo tener Mao, como lo evidencian las críticas indirectas al "Mao Zedong del siglo XXI" por parte de miembros de alto rango del PCC que no pertenecen al ala de Xi. El movimiento ideológico de las "aspiraciones originales" podría ser un medio eficaz de Xi para silenciar a sus críticos en el frente interno. De cara a las demandas cada vez más duras de Trump, quien exige concesiones vinculadas con el comercio chino, Xi ha asumido una postura moralista, amenazando con volver al camino de la "autosuficiencia" (自力更生, ziligengsheng)- e incluso ha formulado llamamientos a embarcarse en una "nueva Larga Marcha" de autarquía al estilo maoísta (CNR.cn, 21 de mayo; Guangming Daily, 20 de abril).

En estos últimos pasos se percibe, en general, que Xi está protegiendo su flanco contra los críticos que han escrito una serie de artículos en los medios de comunicación oficiales en los que se condena la presunta inclinación, notada en ciertos líderes anónimos, a hacerse amigos de los estadounidenses. El primero de ellos fue un comentario de Xinhua de junio titulado "Que el "Capitulacionismo" [aludiendo a un convenio que supone una rendición , ndt] sea como una rata en la calle", en el que se afirmaba que los medios de comunicación estaban repletos de comentarios como "China se encuentra en una posición de desventaja y es prudente instar a todos a llegar a un compromiso". (Xinhua, 7 de junio). Artículos de línea dura de tono similar pueden hallarse en el Diario Guangming y en otros medios oficiales, que han puesto en evidencia la aparente propensión del equipo de negociación chino a llegar a un acuerdo con Washington (Radio Free Asia, 12 de junio; Guangming Daily, 6 de junio).

Cuando el presidente del Congreso Nacional del Pueblo y miembro del PBSC Li Zhanshu (栗战书) acuñó por primera vez los eslóganes yichuidingyin y dingyuyizun en julio del año pasado, las ansiadas protestas públicas de lealtad a Xi -un ritual conocido como biaotai (表态), o "mostrar lealtad"- fracasaron y nada de ello ocurrió. (China Brief, 1o de agosto, 2018). Excepto durante las sesiones anuales del PNP y la Conferencia Consultiva Política del Pueblo Chino el pasado mes de marzo, fueron pocos los miembros del PBSC o del Politburó ordinario que elogiaron la capacidad de Xi para tomar decisiones y otras cualidades de liderazgo. En relación con la campaña chuxin, después de que el propio Xi pidiera a otros cuadros que apoyaran sus prerrogativas yichuidingyin y dingyuyizun, pocos de los protegidos de Xi se unieron al juego biaotai. Esto, a pesar del número relativamente grande de camaradas cercanos a Xi en el Politburó, incluyendo a Li Qiang (李强), Chen Min'er (陈敏尔), Li Hongzhong (李鸿忠), Li Xi (李希), y Chen Quanguo (陈全国) (los jefes de partido de Shanghai, Chongqing, Tianjin, Guangdong y Xinjiang, respectivamente). La excepción fue el secretario del partido de Beijing, Cai Qi (蔡奇): al discutir cómo implementar el credo chuxin en la capital, Cai dijo que los miembros del partido deben "permanecer absolutamente leales y valerse de acciones prácticas para salvaguardar la autoridad del zhongyang en yichuidingyin y dingyuyizun" (Beijing Daily, 22 de junio; People’s Daily, 22 de junio). Sin embargo, cabe señalar que Cai parecía estar prestando pleno apoyo al zhongyang en general, más que a Xi en particular.

Xi ha dejado de insinuar que si su campaña de lealtad no tiene éxito, bien podría lanzar otra campaña de rectificación para librar al PCC de miembros no cualificados (o desleales). Hace seis años, Xi desató una purga previa llamando a todos los cuadros a "mirarse en el espejo, enderezar su atuendo, bañarse y curar su enfermedad" (People’s Daily, 9 de junio de 2013; Ta Kung Pao [Hong Kong], 5 de mayo de 2013). Haciendo el máximo hincapié en el chuxin maoísta, Xi ha elogiado el infame movimiento de purificación del partido que el Gran Timonel organizó en la base Yan'an del PCC a principios de la década de 1940. En el discurso pronunciado con motivo del 98º aniversario del PCC, a principios de julio, Xi indicó que la cuestión de las "cuatro impurezas" -en alusión a las normas laxas en el pensamiento, la política, la organización y el estilo de trabajo- sigue siendo grave y debe ser rectificada. "Debemos incrementar nuestro espíritu combativo", dijo Xi, dirigiéndose a los miembros que supuestamente no han cumplido con sus estrictas normas. "Debemos ser lo suficientemente valientes como para blandir la espada y participar en luchas para prevenir y frenar resueltamente el síndrome de entumecimiento político [que se manifiesta en] la incapacidad de distinguir las intenciones de los enemigos, en no distinguir el bien del mal y en no delinear el camino correcto"” (Seeking Truth Net, 15 de julio; Apple Daily [Hong Kong], 2 de julio.

Conclusión

En un mensaje que recuerda el credo de "la política asume el mando" de la Revolución Cultural, Xi ha afirmado que "la construcción política es una tarea eterna que compete al partido". A diferencia del Gran Arquitecto de la Reforma Deng Xiaoping, que postuló la "construcción económica" como tarea clave del partido, Xi ha identificado la "correcta orientación política" como "la cuestión número uno para la supervivencia y el desarrollo del partido". En consecuencia, la orientación política correcta debe manifestarse cuando el partido está "planificando grandes estrategias, formando políticas fundamentales, planificando tareas importantes y realizando obras considerables". (People’s Daily, 17 de julio).

Según establece Xi, esta "correcta orientación política" debe basarse en el chuxin adecuado. Los temas ideológicos defendidos por Xi -y especialmente este llamado a volver a las "aspiraciones originales" del PCC- recuerdan una visión idealizada de la historia del Partido. Sin embargo, en última instancia, Xi sólo podrá ganarse el respeto de los funcionarios y de la gente común y corriente si encuentra formas innovadoras de resolver los problemas del país y no se obsesiona con las banalidades teóricas del pasado maoísta.