China, decenas di kazajos arrestados: escuchaban el himno nacional en las redes sociales

Un joven de 19 años que miraba un video de canciones en su lengua madre fue condenado a 15 años de cárcel, abogado ausente. Beijing suspende la jubilación a los trabajadores que vuelven a la patria desde China. La policía extorsiona con dinero a las familias en cambio de la liberación del pariente detenido. 

 


Nur-Sultan (AsiaNews/Rfa) – Las autoridades chinas arrestaron a decenas de personas de nacionalidad kazaja con la acusación de haber difundido el propio himno a través de las redes sociales. La noticia de los arrestos se difundió por medio de los kazajos que volvieron recientemente a su propio país. Entre los arrestados, también Kastir Borat de 19 años(Foto 2), acusado de “difusión ilegal  de videos extranjeros” y por esto condenado a 15 años de cárcel.

Los parientes de los detenidos dan a conocer que las restricciones contro los kazajos sucedió entre julio y agosto en la Región autónoma de Xinjiang y en particular en la Prefectura autónoma kazaja de Yili (Illi en chino). En aquella zona vive la mayor parte de los ciudadanos de origen kazajo que reside en la República popular china: en total son 1,5 millones que profesan la religión islámica.

Dilnur, primo de Kastir, refiere que el joven fue detenido el 6 de agosto pasado y condenado, sin la presencia de un abogado dos días después. El primo lamenta que Kastir había apenas terminado la escuela secundaria y “no estaba haciendo nada de malo. Escuchaba sólo canciones de artistas kazajos”. 

Algunos habitantes de Kazajistán denuncian las políticas discriminatorias realizadas por China contra la minoría kazaja musulmana, que se realiza también a través de un estrecho control sobre las comunicaciones privadas y a través de las redes sociales. Recientemente un activista pactó libertad vigilada en cambio del propio silencio sobre las acciones represivas de Beijing contra la minoría musulmana uigur de Xinjiang.

Un residente de Almaty denuncia que las familias de las personas arrestadas son amenazadas por la policía, que les pide dinero en cambio de la liberación del pariente. Una vez consignado el dinero, los agentes rechazan liberar al detenido. Además los jubilados que vuelven de China para transcurrir sus últimos años en el propio país lamentan que Beijing suspende su jubilación si dejan el territorio chino.