Jerusalén: contra la falta de tumbas, crean una necrópolis subterránea

El cementerio reservado a los ciudadanos de religión hebrea. Un laberinto largo más de 1,5 Km, con 23 mil cámaras funerarias entre paredes y piso. Para la realización invirtieron 86 millones de dólares. Las primeras 8 mil tumbas dentro de fin de mes. Hebraísmo (e islam) no admiten la cremación.

 


Jerusalén (AsiaNews/Agencias)- Para resolver una creciente carencia de tumbas en la cual enterrar a los muertos, las autoridades de Jerusalén construyeron una enorme necrópolis subterránea, en clave moderna, reservada a la población hebrea de la ciudad vieja. Un laberinto de calles y callecitas que forman el lugar largo más de 1,5 Km, con 23 mil cámaras fúnebres entre paredes y piso, excavado en la colina bajo el cementerio principal, el Givat Shaul, que ya no tiene espacios libres.  

Chevra Kadisha, el grupo de referencia para la sepultura de los ciudadanos de religión hebrea, invirtió más de 300 millones de shekels (cerca de 86 millones de dólares) para el proyecto. Se trata de una revisitación en clave moderna de una práctica y de una tradición, antigua en tema de sepultura. La esperanza, explican los promotores es que pueda disminuir la presión- ya insostenible-que pesa sobre las espaldas de los cementerios de la ciudad ya inadecuados.

Decenas de cementerios en Israel han cerrado las puertas a nuevas sepulturas, porque ya están en el colapso. Diverso discurso para los ciudadanos de religión diversa de la hebrea, sobre todo cristianos y musulmanes, minorías en el país, que benefician de lugares separados.

Según los ideadores de la estructura, las primeras 8 mil tumbas estarán listas dentro de fin de mes. “En base a nuestros planes-afirma Chananya Shachor, director local de Chevra Kadisha - después de haber concluido la primer parte de las 23 mil tumbas, tendremos con toda probabilidad espacio suficiente para continuar excavando el terreno”. “Y lo haremos siempre más- agrega-si las personas querrán aceptar esta nueva tipología de sepultura”.

Para la compañía, éste es el primer cementerio moderno en el mundo en su género. Un modelo que recupera antiguas prácticas de sepultura hebreas, también para afrontar la escasez de terrenos en Israel. También porque los dictámenes de la religión hebrea (como para la musulmana), los cadáveres van sepultados en el terreno y no pueden ser cremados, práctica prohibida por los 2 credos.

“El alma es sagrada- afirma Chananya Shachor - y por esto creemos que después de una larga vida debemos preservar el cuerpo y la biología hará su curso, pero nosotros no debemos interferir”. “La cremación- concluye- significa que el cuerpo no vale nada y por este no es el caso. Para la tradición hebrea el cuerpo asume un gran valor”.