Sínodo de la Amazonía: ‘pidieron nuevos ministerios’ para los pueblos amazónicos

Mons. Kräutler: “Los pueblos indígenas desconocen el celibato”. Profundizar y divulgar una literatura teológica que incluya, junto con los pecados tradicionalmente conocidos, “los pecados ecológicos”, que colocan el pecado contra el ambiente al mismo rango que el pecado contra Dios, contra el prójimo y las futuras generaciones.


Ciudad del Vaticano (AsiaNews) – La creación de “nuevos ministerios” para responder a las necesidades de los pueblos del Amazonas, incluyendo un “ministerio laical” femenino, fue presentada durante la reunión de esta mañana, en el Sínodo, donde se volvió a abordar la ya problemática cuestión de la ordenación de los hombres casados, o “viri probati”. 

A propósito del diaconado femenino, “se trata de traer a la superficie la subjetividad eclesial de las mujeres”, explicó el Padre Giacomo Costa, secretario de la Comisión de Información, durante el briefing de hoy, en la Oficina de Prensa Vaticana. “No para hacer una reivindicación, sino como reconocimiento de lo que ya se está viviendo”. 

“La posibilidad de incrementar el diaconado permanente de los indígenas, que desarrolla varias funciones” es una de las ideas que fueron presentadas en la tarde de ayer y esta mañana. Paolo Ruffini, prefecto del Dicasterio de Comunicación, explicó que con ello se aludió “al ministerio de la Palabra, a la administración del bautismo, la comunión, los matrimonios, el acompañamiento en las celebraciones por los difuntos”. Se observó que desde el Concilio Vaticano II se han solicitado mayores esfuerzos orientados a una inculturación de la liturgia, con celebraciones que sean respetuosas tanto de la tradiciones y lenguas de los pueblos locales, como del mensaje integral del Evangelio. Ello requiere de un atento discernimiento por parte de los obispos, para que no quede excluida a priori ninguna solución, tampoco la ordenación de los hombres casados. “No cabe otra posibilidad”, afirmó Mons. Erwin Kräutler, obispo prelado emérito de Xingu, en Brasil, al responder a las preguntas de los periodistas, durante el briefing de hoy, en el Sínodo. “Los pueblos indígenas desconocen el celibato, y lo dicen abiertamente”, agregó. “Lo primero que me dicen cuando llego a una aldea es: ‘¿dónde está tu mujer?’ Es que no logran entender que el hombre pueda no estar casado, que no tenga una mujer que se ocupe de la casa”.  

La salud integral de la Amazonia es una de las preocupaciones que cobraron mayor relieve esta mañana, en el aula de los padres sinodales. En efecto, el modelo de desarrollo del capitalismo, que devora la naturaleza, los incendios que están destruyendo la región, la corrupción, la deforestación y los cultivos ilegales amenazan tanto la salud de las personas, como la del territorio y la de todo el planeta. 

También se expuso la lentitud con que muchas veces la Iglesia católica llega a las nacesidades de la población, lo cual crea un vacío que luego es llenado por la propuesta de las iglesias pentecostales.

Urgente e irrenunciable, el diálogo ecuménico e interreligioso: respetuoso y fecundo, constituye una dimensión fundamental para la Iglesia “en salida” en la región pan-amazónica, caracterizada por un contexto multicultural. 

Por último, en la tarde de ayer, junto con la denuncia de la situación inaceptable de degradación ambiental en la región pan-amazónica, frente a la cual la comunidad internacional muchas veces es indiferente, se expresó el deseo de una “conversión ideológica” que haga percibir la gravedad del pecado contra el ambiente, colocándolo a la misma altura que el pecado contra Dios, contra el prójimo y las futuras generaciones. De allí la propuesta de ahondar, y divulgar, una lectura teológica que incluya junto a los pecados tradicionalmente conocidos, los “pecados ecológicos”.