Sínodo sobre la Amazonia: Los ‘viri probati’, sin mayoría en los Círculos Menores

De los 12 Círculos Menores, cinco están a favor; cuatro, en contra; otro tres dejan al Papa la decisión, o piden que se convoque a un Sínodo universal. Unidad en el análisis de los problemas ecológicos y sobre la violencia que padecen los aborígenes.  La necesidad de valorizar la figura y la contribución de la mujer en la evangelización. La propuesta de un “rito amazónico”.


Ciudad del Vaticano (AsiaNews) – La propuesta de los ‘viri probati’, es decir, de conferir el sacerdocio a hombres casados de la región de la Amazonía, no obtiene una mayoría en el seno de los Círculos Menores, que hoy presentaron las relaciones de sus deliberaciones en el marco del Sínodo que se celebra este mes en el Vaticano. 

Si bien la propuesta está presente con cierto énfasis en el Instrumentum Laboris, y ha sido retomada a diario en las conferencias de prensa sobre el desarrollo sinodal, varias personalidades han expresado sorpresa y contrariedad frente a una idea semejante. 

Las relaciones de los 12 Círculos menores -establecidos en función del idioma que hablan los miembros del Sínodo- fueron presentadas ayer en la asamblea de la tarde, y hoy fueron difundidas en los medios. 

A partir de un rápido análisis, surge que:

Al menos cinco grupos (Italiano A; Portugués A y B; Español C y D) están a favor de conceder el sacerdocio a “personas maduras”, “indígenas”, “con una familia constituida y estable”, para garantizar el sacramento de la Eucaristía a todos los fieles que “tienen derecho”.

Pero hay cuatro grupos (Italiano B; Español A y E; Inglés-Francés) que son contrarios y prefieren potenciar la maduración de los laicos para que ellos sean evangelizadores gracias al bautismo. Un grupo (Italiano B) ha llegado incluso a expresar “sorpresa ante la falta de reflexión sobre las causas que han llevado a la propuesta de superar de alguna forma el celibato sacerdotal, tal como éste ha sido expresado por el Concilio Vaticano (PO 16) y por el magisterio posterior”.

Algunos grupos permanecen en un punto intermedio (Portugués C y D; español B), prefiriendo dejar la decisión al Papa, o reconociendo  – como casi todos los grupos contrarios – que se requeriría un Sínodo universal dedicado a este tema, ya que afecta a todas las Iglesia del mundo. 

Por el contrario, hay considerable unidad cuando se trata de subrayar los problemas ecológicos y salvaguardar la cultura indígena, situaciones que se están afrontando en la Amazonía y que tiene valor para toda la Iglesia o más bien, para el mundo entero. 

Se constata asimismo una gran sintonía en el análisis de la violencia padecida por los pueblos y la naturaleza amazónicas, así como también sobre la necesidad de valorizar la figura de la mujer, que es central en la vida de las comunidades aborígenes. También en este caso, por un lado está el intento de una valorización “clerical”, con la reivindicación del diaconado femenino, y por otra, abrir las comunidades al liderazgo de las mujeres, que ya están ofreciendo una inmensa colaboración en la evangelización. 

En términos similares a cuanto fue publicado en AsiaNews, los Círculos han puesto en guardia a las Iglesias amazónicas sobre no reducir la evangelización a la obra de una ONG, que lleva a muchos fieles a buscar en otra parte (a menudo, en las sectas pentecostales) una respuesta a su sed de espiritualidad. 

Resulta muy interesante la propuesta de hacer crecer, con la inculturación, un “rito amazónico”, en el cual “valorizar símbolos y gestos de las culturas locales en la liturgia de la Iglesia amazónica, conservando la unidad sustancial del rito romano”.