El gobierno central chino ha interrumpido las importaciones de prendas de indumentaria de color negro, para frenar la ola de descontento de los manifestantes. Ellos han elegido como uniforme una camiseta negra, jeans, calzado deportivo y con frecuencia, una máscara negra.
Hong Kong (AsiaNews) - China ha decidido prohibir las exportaciones con destino a Hong Kong, de prendas de vestir y tejidos de color negro, con el fin de atacar el uniforme de los ,manifestantes opositores al gobierno y a favor de la democracia, que desde hace más de 4 meses sacuden la ex colonia británica. El South China Morning Post ha informado que las entregas del territorio vecino, Guangdong, a la ciudad, serán sometidas a “estrictas investigaciones”.
Las compañías dedicadas al despacho de mercadería han avisado a su clientela que los funcionarios chinos de Aduanas tienen la orden de detener el tránsito de géneros y tejidos de color negro y de otros objetos: los manifestantes han elegido como uniforme una camiseta negra, jeans, calzado deportivo y con frecuencia, una máscara negra.
Según una comunicado de PHXBUY, un empresa de logística de Guangdong, la administración de aduanas de China ha ordenado detener el tránsito de cascos de color amarillo, como los que se usan en obra, banderas, postes para banderas, carteles, guantes, máscaras, camisetas negras, barras de metal, tubos fluorescentes y barras de hierro. Si se intenta generar una orden de compra de estas prendas o elementos, aparece un mensaje automático: “No podemos tomar pedidos de entrega de estos productos. Gracias por su apoyo”.
El movimiento de protesta ha llegado a la 20ma semana de manifestaciones. Nació en el mes de junio, para oponerse a un proyecto de ley que permitía la extradición de presuntos criminales a China. Recién a principios de septiembre, el gobierno canceló definitivamente la propuesta de ley.
En tanto, el movimiento fue ampliando sus reclamos, exigiendo plena democracia en el territorio y una investigación sobre el uso excesivo de la fuerza por parte de la policía. El muro de silencio del gobierno y el accionar policial, cada vez más violento, incrementa el choque con los grupos más radicales del movimiento, que a su vez se vuelcan más y más a un estilo de guerrilla urbana.