El monte Fuji nevado y un arco iris reciben la era del nuevo emperador

Tokio (AsiaNews/Agencias) – La nueva era Reiwa, inaugurada ayer con la ascensión al trono del emperador Naruhito, fue recibida por dos coincidencias naturales: un gran arcoiris en la capital, hace varios días bajo la lluvia, y la aparición de la nieve en el Monte Fuji, cuya llegada se había demorado pese a estar próximos al invierno. Los medios japoneses se refieren a estos “signos” de la naturaleza como un buen augurio para la nueva era. 

La religiosidad japonesa, ligada al sintoísmo, contempla a la divinidad en cada aspecto de la naturaleza y sobre todo en los acontecimientos maravillosos desde el punto de vista estético.