Activistas por los derechos humanos: basta de venganzas transversales contra los disidentes
de Shafique Khokhar

El prof. Mohammad Ismail fue secuestrado en pleno día en Peshawar. La hija Gulalai Ismail es una famosa activista disidente, ganadora del Premio Anna Politkovskaya por las campañas contra el extremismo religioso en pakistán. El arresto del hombre es una “venganza”. La detención “sin proceso es una violación de los derechos humanos”.

 


Lahore (AsiaNews) –Los defensores de los derechos humanos condenan el arresto del padre de Gulalai Ismail, famosa activista y disidente paquistaní, exilada en los EEUU por las persecuciones sufridas. A AsiaNews, Taimur Rehman, activista político y líder del Pakistan Mazdoor Kissan Party, que defiende los derechos de los trabajadores del sector agrícola, protesta: “Es evidente que se trata de una venganza. La familia sufre a causa de esto, que es reportado por la hija”. Bilal Warraich, abogado que se ocupó de la defensa de otros activistas paquistaníes hechos desaparecer por las fuerzas de seguridad, declara: “No basta que Gulalai fue obligada a escapar. Ahora también el anciano padre fue raptado en pleno día”.

El 24 de octubre el profesor  Mohammad Ismail, padre de la activista, fue detenido por la policía paquistaní a la salida de la Corte suprema de Peshawar, donde había apenas asistido a una audiencia de un proceso en su contra. Sea él como la hija critican las violencias realizadas por los militares contra el grupo étnico Pastún. Después de una inicial negación, las autoridades de Islamabad confirmaron el arresto. Mohammad Faisal, vocero del Ministerio de Exteriores han confirmado que el hombre fue detenido por un caso de crimen informático “así como está previsto por nuestras leyes”. 

Gulalai Ismail, de 33 años, es una seguidora del Pashtun Protection Movement (Ptm). En el año 2017 ganó el Premio Anna Politkovskaya por las campañas contra el extremismo religiosos en Pakistán. Está acusada de “actividades contra el Estado” por haber participado en las manifestaciones en apoyo de movimiento Pastún en agosto de 2018. Arrestada en noviembre de mismo año, obtuvo la liberación bajo caución.. Desde septiembre de 2018 vive en los EEUU, donde obtuvo asilo político. 

La noticia del arresto del profesor Ismail provocó la reacción también de los EEUU, que ofrecen protección a la activista Alice Walis, asistente del secretario de Estado de los EEUU para Asia meridional y central, expresó gran preocupación por “las continuas molestias contra la familia de Gulalai Ismail”.

Rehman critica una ley que concede amplios poderes a las fuerzas de policía. Se trata de la 

Khyber Pakhtunkhwa Actions (In Aid of Civil Power) Ordinance 2019, que permite la detención de un sospechoso “hasta la continuación de la acción de ayuda del poder civil por parte de las fuerzas armadas”. Antes de la anexión de la áreas tribales (Federally Administered Tribal Areas)  en la provincia de Khyber Pakhtunkhwa, los reglamentos estaban “limitados” a aquellas zonas, luego fueron extendidas a la entera provincia. “En vez de restaurar el poder civil-subraya el activistas-, el Estado híbrido opostó a un pleno dominio de nuestra sociedad. Nos encontramos frente a una situación extrema en la cual ni la sociedad civil ni las minorías religiosas pueden dar vida a un movimiento público”.

Bilal Warraich recuerda que en 2017 fueron raptados algunos blogueros “culpables de haber expresado opiniones críticas contra el Estado. Como abogado de uno de ellos, supo de indecibles formas de tortura”. Luego critica el abuso de la ley en la cybercrime: “Es usada por invisibles agencias estatales como pretexto para interrogar y torturar las voces del disenso”. Para Dil Nawaz, teólogo y activista, “es una desgracia que la libertad de expresión y de palabra sea limitada. El profesor Ismail es un académico muy  respetado. Si existen acusaciones en su contra, él debe tener la oportunidad de defenderse en un tribunal. Si proceso, la detención es una violación de los derechos humanos”. 

Naveed Walter, presidente de Human Rights Focus Pakistan, agrega: “La situación de los defensores de los derechos humanos en Pakistán es así insatisfactoria. Ellos son tomados de mira por actores estatales y no estatales, Aquellos que trabajan para las mujeres, minorías y marginados son los más atacados. Activistas y Ong deben poder trabajar el libertad para hacer prevalecer iguales derechos, las normas democráticas y los valores de paz”.

(Se contó con la colaboración de Kamran Chaudhry)